A primera vista parecía una broma o una “fake news” (noticia falsa). Pero no. Es un hecho confirmado: el diputado de GANA, Guillermo Gallegos, propuso la semana pasada que la Asamblea Legislativa “declare la guerra a las pandillas”. Según el legislador de derecha, estaría acorde con el marco constitucional “declarar la guerra a las pandillas para tener todos los recursos disponibles para acabar con este mal”.

La propuesta de Gallegos es demagógica. Por varias razones, pero fundamentalmente porque niega la complejidad del problema de la violencia pandilleril, especialmente sus causas relacionadas con la exclusión, la marginación, falta de oportunidades para los jóvenes, la impunidad, entre otras; y porque sólo busca ganar simpatía con la población que, cansada de la violencia, avala cualquier medida represiva por absurda que sea.

No conforme con la estrategia eminentemente represiva que ya impulsa el gobierno del Presidente Nayib Bukele, Gallegos propone aún más represión, en lugar de plantear una política integral que combine eficazmente represión del delito, prevención de la violencia, reinserción de delincuentes y atención a las víctimas de la violencia.

Y es una propuesta irresponsable por las fatales consecuencias que traería para el país una confrontación armada abierta con las pandillas. Guillermo Gallegos debería averiguar lo que pasó en México con la llamada “guerra contra el narcotráfico”, impulsada por el gobierno de Felipe Calderón, entre 2006 y 2012. Fueron centenares de miles de muertos, la mayoría civiles, que cayeron en el fuego cruzado del ejército mexicano y los carteles de la droga.

Y no es la primera vez que este diputado propone estupideces. Antes propuso la pena de muerte, militarizar totalmente la seguridad pública y otras medidas que no sólo no resolverían el problema de la violencia, sino que lo agravarían.

Como bien dice la investigadora en temas de violencia y seguridad, Jeaneth Aguilar, las políticas represivas implementadas en los últimos 20 años (Mano Dura, Súper Mano Dura, etc), en vez de debilitar a las pandillas, las han fortalecido. Esta académica también advierte que, elevar a las pandillas a la categoría de “enemigos del Estado”, también termina fortalecimiento a estos grupos criminales y atrayendo a más jóvenes hacia ellas.

La propuesta irresponsable y demagógica del diputado Gallegos debe ser rechazada por todas las personas cuerdas y de sentido común, y debería aumentar la presión para que de una vez por todas se implementen políticas efectivas de seguridad, en lugar de estrategias represivas que resultan insuficientes, insostenibles, demagógicas y, en muchos casos, violatorias del debido proceso, los derechos humanos y el estado de derecho.

Ojalá que así sea.