//“Cambiar el Sistema, para cambiar el clima”

“Cambiar el Sistema, para cambiar el clima”

Diversas organizaciones comunitarias, ambientalistas, juveniles, feministas y religiosas aglutinadas en la Alianza contra la Privatización del Agua marcharon hoy hasta el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) para exigir políticas públicas efectivas frente a la crisis climática provocada por el calentamiento global.

La movilización de las organizaciones salvadoreñas es parte de las  diferentes acciones ciudadanas impulsadas a nivel mundial, en el marco de la cumbre climática realizada esta semana en las Naciones Unidas.

Al respecto, las organizaciones criticaron la propuesta de enfrentar la crisis climática promoviendo monocultivos, incluida caña de azúcar y palma africana, supuestamente “bajos en carbono”. La iniciativa fue presentada por el ministro de Medioambiente Fernando López, como presidente pro témpore de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo. Según este funcionario, la región podría destinar 10 millones de hectáreas para tal propósito.

Las organizaciones señalan que la referida propuesta no toma en cuenta los desalojos de comunidades, la concentración de la propiedad de la tierra, el uso intensivo del agua, la contaminación con agrotóxicos y demás daños ambientales que causan los monocultivos, los cuales agravarían todavía más al calentamiento global.

En vez de esto, las organizaciones exigen la aprobación de la Ley de Agua, la prohibición de los agrotóxicos, la creación de un sistema de transporte colectivo que no contamine, controles ambientales estrictos a las industrias y la negación de permisos a proyectos urbanísticos que dañen el ecosistema.

En este espacio editorial apoyamos las demandas de las organizaciones salvadoreñas y las acciones realizadas a escala global para reclamar cambios radicales en el modelo de desarrollo imperante. Seguir con el consumismo exacerbado, la explotación irracional de los bienes naturales y demás lógicas del capitalismo neoliberal es pisar el acelerador del tren de la humanidad que va directo al precipicio o es -como dice el filósofo Franz Hinnkelamert- “cortar la rama donde estamos parados”.

Por eso la consigna de “Cambiar el Sistema, para cambiar el clima”, es más que pertinente. San Óscar Arnulfo Romero instaba a “cambiar de raíz todo el sistema”.

Hace poco más de un siglo, la revolucionaria y feminista polaco-alemana Rosa Luxemburgo ya advertía sobre el desastre ambiental que provocaría el capitalismo. Su histórica y memorable frase “socialismo o barbarie”, ahora, debería exhortarnos a la construcción urgente de un nuevo modelo basado en relaciones armoniosas con nosotros mismos, con la naturaleza y con las demás personas. Es eso que los pueblos andino-amazónicos llaman Sumak Kawsay o Suma Qamaña, que significa “Buen Vivir”.