El informe denominado “Las políticas de Estados Unidos sobre deportación exponen a salvadoreños a muerte y abusos” es parte de una investigación realizada por la organización internacional en México, Estados Unidos y El Salvador, sobre qué pasa con los casos de personas deportadas, al volver a sus países de origen.
Por: Norma Ramírez/ Foto: Referencia/ Getty Images
Un informe publicado recientemente por la organización internacional Human Rigth Watch revela que las decisiones del gobierno norteamericano de negar permisos de asilo a quienes buscar escapar de violencia ha provocado muertes, desapariciones y abusos. “En vez de disuadir y deportar a las personas, EE. UU. debería enfocarse en recibir con dignidad a quienes cruzan su frontera”, señalan,
El informe denominado “Las políticas de Estados Unidos sobre deportación exponen a salvadoreños a muerte y abusos” es parte de una investigación realizada por la organización internacional en México, Estados Unidos y El Salvador, sobre qué pasa con los casos de personas deportadas, al volver a sus países de origen.
Según los datos registrados, entre 2014 y 2018, “EE.UU. y México han deportado a cerca de 213 000 salvadoreños (102 000 desde México y 111 000 desde Estados Unidos)”.
Además, señala que desde el año 2013, 138 personas salvadoreñas fueron asesinadas tras ser deportadas de Estados Unidos. Explican que los datos se recabaron a través de entrevistas a familiares, cruzando notas de prensa con expedientes judiciales, así como por consultas a funcionarios. “No obstante, no hay un conteo oficial de estas estadísticas, y nuestra investigación sugiere que es probable que el número de personas asesinadas sea mayor”, agregan.
La violencia sexual y las desapariciones forzadas son otros de los fenómenos que también afectan a quienes se ven forzados a retornar al país. Human Rigth Watch afirma que “éstos casos son mucho más difíciles de identificar porque casi nunca se denuncian a la prensa ni a las autoridades”.
“Algunas personas que son deportadas de Estados Unidos a El Salvador enfrentan a los mismos agresores, a menudo en los mismos vecindarios, de los que huyeron inicialmente: miembros de pandillas, policías, integrantes de las fuerzas de seguridad del Estado y responsables de violencia doméstica”, agrega el documento.
La organización de derechos humanos considera que “en vez de disuadir y deportar a las personas, EE. UU. debería enfocarse en recibir con dignidad a quienes cruzan su frontera”.
También se señala que las autoridades estadounidenses hacen caso omiso de los abusos que enfrentan las personas salvadoreños al regresar.
Datos de la Agencia para los Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR), señalan que la cantidad de personas salvadoreños solicitantes de asilo ha aumentado. Éstas personas han expresado el temor a sufrir daños graves sin son enviados de regreso a El Salvador.
“Entre 2012 y 2017, la cantidad anual de solicitantes de asilo de nacionalidad salvadoreña en EE. UU. aumentó casi un 1000 %, de cerca de 5600 a más de 60 000”.
Según el informe, las personas huyen “masivamente de El Salvador debido a la violencia y las graves violaciones de derechos humanos que enfrentan en el país, que incluyen uno de los índices de homicidios más altos del mundo y tasas muy altas de violencia sexual y desapariciones”.
