La pedagogía crítica y la educación popular están íntimamente relacionadas, ambas proponen un aprendizaje liberador. La experiencia de su aplicación en El Salvador y la necesidad de que sean retomadas es recogida en un libro que presentó el Instituto Nacional de Formación Docente.
Por Josseline Roca
“En la experiencia de educación popular en El Salvador de las décadas de 1970 y 1980 se encuentran presentes características como la liberación y la humanización, a través del diálogo crítico y el análisis político de la realidad de ese momento”. De ahí, las comunidades crearon sus propios métodos de educación “con un sentido profundo para sus vidas, que despertó la conciencia crítica, para cuestionar”, dejando de callar y “bajar la cabeza”. Surgió así una pedagogía liberadora.
Esto es parte de lo que recoge el libro “La educación en el siglo XXI, nociones y experiencias de la pedagogía crítica y la educación popular”. La publicación retoma las memorias de un encuentro internacional entre el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOP) y el equipo de investigación sobre pedagogía crítica y educación popular de la de Universidad Centroamericana José Siméon Cañas (UCA), Fe y Alegría, Tiempos Nuevos Teatro, entre otras.
Por ahora, el tema se empieza a debatir con docentes, a partir de esta publicación, explicó Cándida Chévez, investigadora del INFOP.
“En el pasado la educación popular demostró la capacidad de desarrollar conciencia social para lograr la transformación de la realidad opresora. Se vuelve necesario, apuntar hacia un método de enseñanza con una estrategia formativa y formadoras de conciencias”, comprometida con los sectores vulnerados, agrega el libro sobre pedagogía crítica y educación popular, compilado por James Melenge-Escudero.
El coordinador del INFOP, Carlos Rodríguez, señala que la escuela no puede seguir teniendo el rol de la actualidad.
La pedagogía crítica y la educación popular tienen una importante vinculación, concluyeron en este libro las y los participantes. Una de las características compartidas es que no pueden dar la espalda a la realidad. Entre los ejemplos de la resistencia a aplicar este enfoque es la educación sexual, a la que sectores conservadores se siguen oponiendo.
Conocedora del tema, la exministra de Salud, María Isabel Rodríguez, -quien asistió a la presentación del libro- considera que ya es tiempo que el sistema educativo sea transformado. La educación sexual es sin duda, dice, una de los temas que debe ser incluido, considerando el alto número de casos de niñas y adolescentes que se ven obligadas a enfrentar un embarazo.
Este documento, deja claro que plantear un método de enseñanza que permita analizar y cuestionar lo establecido, y retomar las prácticas de la educación popular en el contexto actual se vuelve indispensable.
Posterior a la presentación de este libro, el INFOP realizará un diplomado sobre el tema con docentes, para contribuir a la reflexión de la educación como una de las principales estrategias para que el país ofrezca condiciones dignas a los sectores históricamente vulnerados.