Cuando Eva Menjivar, religiosa de las comunidades de base -ahora de la comunidad Hijas de la Iglesia Monseñor Romero- conoció al obispo mártir ya canonizado, era un poco «conservador, pero también era muy amigable, un hombre muy humilde y de pocas palabras… se podía platicar con él», afirma.
El 12 de marzo de 1977, Eva estuvo en el lugar al que llevaron el cuerpo, aún sangrando, del padre Rutilio Grande, asesinado en en la carretera que conduce al Paisnal junto a sus acompañantes, y pudo ver cómo eso marcó la vida de Romero (quien sería asesinado 3 años después).
«Yo pienso que fue una marca muy profunda en su interior, en su ver y en su juzgar». Recuerda que esa noche «Monseñor Romero se paró a la cabeza del padre Grande y se quedó en silencio, como bien impactado. Al rato dijo,´si no cambiamos hoy no cambiamos nunca´. Después, nos contó que el Coronel Molina le había hablado dándole el pésame por el padre (cuando aún Romero no sabía la noticia), diciendo ´nosotros no hemos sido´, ¿pero cómo él sabía?», narró Eva en La Entrevista de Ondas Libres de este jueves.
