Imelda Cortez, la joven que el 17 de abril de 2017 enfrentó un parto extrahospitalario producto de violación sexual continuada por parte de su padrastro y que fue acusada y procesada por homicidio agravado en grado de tentativa, está en libertad. Este lunes, el presidente del Tribunal de Sentencia de Usulután emitió un fallo histórico, absolviendo totalmente a la joven. Durante el proceso, la acusación de la Fiscalía General de la República tuvo tres modificaciones: primero le atribuyó aborto,después la cambió a homicidio agravado en grado de tentativa y este lunes a abandono y desamparo de personas. Con el fallo el juez sienta un precedente,pues nunca antes una mujer con complicaciones obstétricas en El Salvador, que penaliza de manera absoluta el aborto, había sido declarada inocente en esta etapa del proceso.
Por Josseline Roca
Es 17 de diciembre. Hoy no es un día cualquiera en el Penal de San Miguel, al menos para ella. Cumple un año y ocho meses de haber perdido su libertad, luego de tener un parto extrahospitalario en la letrina de la casa que habita en Jiquilisco, Usulután, sufrir un desmayo, ser trasladada al hospital y luego a la cárcel. 20 meses transcurrieron desde que parió a una hija producto de la violación sexual que enfrentó por 7 años de Pablo Dolores Henríquez Ayala, su padrastro. Este lunes, Imelda Cortez enfrentará la audiencia que definirá su libertad.
En el Tribunal de Sentencia de Usulután, donde el 12 de noviembre se suspendió su vista pública por ausencia de la Fiscalía General de la República, está Imelda. No se encuentra sola, la acompaña su defensa, y afuera decenas de mujeres no dejan de gritar consignas y alzar sus voces, para expresar su apoyo y sororidad.
Mientras tanto adentro, el presidente del Tribunal, Hugo García, da por iniciada la audiencia. En minutos el caso da un giro: la Fiscalía General de la República se retracta de la acusación y pide cambiar el delito de homicidio agravado en grado de tentativa a abandono y desamparo de personas. Más tarde la institución informaría que su decisión se basó en la implementación de la nueva Política de Persecución Penal en materia de violencia contra las mujeres.
Los acusadores y la defensa habían acordado previamente pedir que se aplicara un procedimiento abreviado. La petición fiscal era de un año de cárcel y la de la defensa de inmediata libertad para Imelda, dado que ya había estado en prisión más de ese tiempo. El juez acepta el cambio en la acusación.
Imelda está enterada. El juez le insiste en que no está obligada a hablar, pero la joven decide tomar la palabra.Venía con ello, aceptar a viva voz el cambio de proceso y el delito, y contar su historia. “Mi caso sucedió en el cantón El Paraíso, en mi casa, a mí me dieron los dolores y me dieron deseos de hacer del dos, cuando yo fui a la fosa de mi casa es cuando mi hija se fue a la fosa, quedé sangrando mucho, no supe qué hacer, porque me desmayé”, narró.
Es el turno de la fiscalía, para cuestionarla sobre lo ocurrido. Lo hace la fiscal Morena del Carmen Pérez. Imelda responde de manera concreta.
Fiscal: Que diga la imputada qué sucedió cuando ella se desmayó… Ella manifiesta que se desmayó, que aclare ella qué sucedió en ese momento después de que se desmayó.
Imelda: Fue cuando me llevaron al hospital
Fiscal: Que diga la imputada para qué la llevaron al hospital
Imelda: Fue cuando me llevaron al hospital para atenderme y fue donde la doctora me preguntó que qué me había sucedido y fue que yo le dije que se me había desprendido algo en la fosa
Fiscal: Que diga qué sucedió después de que ella le dijo a la doctora que algo se le había desprendido en la fosa
Imelda: No recuerdo
Fiscal: Que diga la imputada qué fue lo que se le desprendió
Imelda: La bebé
Fiscal: Que diga la imputada qué sucedió después de que le dijo a la doctora que se le había desprendido la bebé
Imelda: Fueron a buscar la niña a mi casa
Fiscal: ¿Dónde la fueron a buscar?
Imelda: En la fosa donde yo la había dejado
Fiscal: ¿Quién la fue a buscar?
Imelda: No sé
Fiscal: ¿Cómo salió esa bebé de la fosa?
Imelda: No sé
Fiscal: ¿Dónde está esa bebé en este momento?
Imelda: La tiene mi mamá
Fiscal: No más preguntas su señoría…
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El único testigo ofertado en la audiencia ya está listo para declarar. Sergio Ventura, cabo infante de marina, entra a la sala y tras su juramento responde las preguntas de la fiscalía. Explica que el 17 de abril de 2017, un jefe superior les comunicó que “se dirigieran al lugar, para verificar si había una bebé”. Junto a dos integrantes más de la Fuerza Naval, revisaron el interior de la casa, pero no encontraron nada, sino en el baño: una fosa séptica; la removieron para introducirse, y con la ayuda de un lazo y una escalera (entregadas por el padrastro de Imelda) sacar a la niña, encontrada “en una posición de lado, con una parte cubierta de eses fecales y la otra descubierta”, contó. A la bebé la llevaron al Hospital de Jiquilisco, donde la entregaron a una doctora, con vida, para después dirigirse a la delegación, explicó el cabo.
No hay más testigos.
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Tras escuchar el testimonio de Imelda y lo narrado por el testigo, el juez decreta receso.
La argumentación del juez
La audiencia se reanuda, el juez está listo para dar su fallo. Su argumento, expuesto en alrededor de 20 minutos, está basado en dos principales aspectos. El primero es que deben considerarse las condiciones en las que se da el hecho.
“Los conocimientos mínimos de psiquiatría forense indicarán que… el parto es un trauma, lo que viene después también es un trauma, en muchos casos, y dependerá de los antecedentes y de ciertas situaciones en las cuales se dé”.
El juzgador hace referencia al código penal de 1973 que incluía la figura de homicidio atenuado. Afirma que “en términos de equidad parece más ajustado a la realidad. Los hechos que una mujer pueda cometer en ese momento del parto, hasta 72 horas, decía esa figura del código penal anterior, la atenuaba a una pena de 1 a 4 años”.
A su juicio, Imelda sufrió “un trastorno mental transitorio completo”, como plantea el anterior código penal. “Los comentaristas (entre ellos un magistrado de la Sala de lo Penal) agregan que si cualquiera de estas condiciones se hiciera presente sería imposible que la madre en el momento de ejecutar el hecho punible fuera capaz de comprender el carácter ilícito, y consecuentemente no sería imputable, de acuerdo con dicha norma”, sostiene.
Para él, la pericia forense no permite establecer la culpabilidad de Imelda, puesto que se le entrevistó seis meses después. Agrega que “el que no se haya evaluado el estado de la procesada al momento del hecho no puede recargársele a ella, como una consecuencia del principio de presunción de inocencia”.
El hecho de que Imelda Cortez fuera víctima de violencia sexual continuada por parte de su padrastro, no pasa desapercibido en la argumentación del juez. “Valdría la pena tocar lo que se ha dicho que ha habido una violación y entender el ambiente en que se da este hecho. Prácticamente una violación por parte de un padrastro que vive maritalmente con su mamá… entenderíamos que es una situación traumática… quizás sería más difícil de digerir esto para una persona de 12 años”, señala.
El segundo argumento del juez, es que. en todo caso. si se le quisiera atribuir un delito a Imelda, se habría dado la figura del desistimiento, puesto que es el testimonio de la joven lo que permite que la policía sea alertada de la ubicación de la recién nacida.
“Lo que se pretendía probar con los testigos y la prueba ofertada, estima este juez, que en nada hubiese variado la conclusión”.
La decisión del juez está en firme: “Todo esto lleva a este juez a emitir un fallo absolutorio a favor de Imelda Isabel Cortez por el delito de homicidio agravado imperfecto”, concluye.
Imelda está sentada, y toda la atención centrada en ella. El juez da por terminada la audiencia, y con ella la contención de las emociones de esta sentencia sin precedentes. Imelda y una de sus abogadas se abrazan. Todo ha terminado.
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Afuera del tribunal, su familia, la prensa nacional e internacional y decenas de activistas la esperan. La noticia corre y arranca las consignas “Sí se pudo”, y las lágrimas.
Sale la mujer que hizo que, este 17 de diciembre, los ojos estuvieran en la justicia de El Salvador. Su madre y otros familiares la reciben con abrazos.
Atraviesa el camino que mujeres feministas y defensoras de derechos humanos improvisaron, para expresarle su respaldo.
No es un día cualquiera para Imelda, este lunes recuperó su libertad «secuestrada» por un delito que no cometió. Se va del lugar al que llegó con incertidumbre y que ahora abandona con esperanza. Imelda Cortez tiene una vida que recuperar.
La absolución es histórica
El equipo defensor de Imelda, celebra la decisión del juez. La abogada Bertha Deléon explicó que accedieron al cambio del delito solicitado por la fiscalía y a la aplicación del proceso abreviado debido a que su prioridad era la libertad de Imelda.
“Al final el juez nos dio la razón a nosotros. El juez ha dicho que Imelda es víctima de violencia sexual reiterada y eso también explica por qué no pudo tener una conducta distinta al momento que se dio el parto. Pensamos que este caso es un precedente importante, las autoridades están empezando a ver los casos desde otro lado y en beneficio de los derechos de las mujeres”, afirmó tras la audiencia.
Este martes, otro de los integrantes del equipo de la defensa de Imelda, Omar Flores de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) dijo que “es un nuevo precedente, un parteaguas que no habíamos tenido en el pasado”, debido a que es el primer caso que se resuelve en primera instancia a favor de una mujer procesada por aborto.
Como Imelda Cortez, al menos 20 mujeres enfrentan procesos judiciales en El Salvador acusadas por aborto y posteriormente por intento de homicidio, al sufrir complicaciones obstétricas. Diversas organizaciones feministas piden que el código penal sea reformado para que se permita la interrupción del embarazo en circunstancias en las que la vida y la salud delas mujeres esté en riesgo o el embarazo sea producto de violación sexual.
Alejandra Burgos de la Colectiva Feminista señaló que “el caso de Imelda es una interpelación para la sociedad y sobre todo para los tomadores de decisión. Si se reformara el código penal que penaliza de manera absoluta el aborto no tuviéramos que vivir otra situación como la que ha tenido que vivir Imelda”.
El caso de Imelda en el tiempo
2010: Imelda tiene 12 años y su padrastro empieza a abusar sexualmente de ella (violación agravada continuada)
2016: Imelda sufre un desmayo en el centro escolar donde estudia. Su madre la lleva a la unidad de salud, donde les informan que la joven está embarazada y que padece de infección en las vías urinarias y tiene una bacteria. Ambas niegan el embarazo, lo cual se denomina “trastorno negado del embarazo”.
2017:
El 17 de abril Imelda experimenta un parto extrahospitalario en la fosa séptica de su casa. Imelda es llevada al Hospital de Jiquilisco e ingresada. Una doctora da aviso a la policía. Imelda es detenida y acusada de aborto culposo.
El 20 de abril la Fiscalía General dela República cambia el delito de aborto culposo a homicidio agravado en grado de tentativa.
El 21 de abril, la jueza del Juzgado Segundo de Paz de Jiquilisco envía el caso a la fase de instrucción.
El 22 de abril, Imelda denuncia a supadrastro por violencia sexual agravada y continuada.
24 de agosto: La fiscalía niega la diligencia solicitada por la defensa de Imelda de realizar una prueba de ADN a la niña, para comprobar que es hija del padrastro de Imelda y que él cometió violencia sexual contra Imelda. Los resultados confirman lo planteado por la defensa.
2018:
El16 de marzo Pablo es capturado, a casi un año de que Imelda lo denunciara.
3 de septiembre: El juez de primera instancia de Jiquilisco envía a Imelda a vista pública.
El 17 de octubre, en el proceso contra el padrastro de Imelda, a solicitud de la fiscalía el juez decreta reserva total.
12 de noviembre: Por ausencia de la fiscalía, se suspende la vista pública contra Imelda y se reprograma para el 17 de diciembre.
El 17 de diciembre, el juez del Tribunal de Sentencia de Usulután absuelve a Imelda Cortez de todos los cargos.
Fuente: Colectiva Feminista