El fallecimiento de Margarita Posada ha causado consternación en las organizaciones populares del país. Su férrea convicción y defensa de los derechos humanos, principalmente a la salud, deja un invaluable legado al movimiento social y al país.
“Nos debemos a la población y el rumbo lo debe fijar los intereses del pueblo”, dijo Margarita en su última entrevista para la Red Informativa de ARPAS en el marco del día de la clase trabajadora.
Por: Red Informativa de ARPAS/ Foto: Foro Nacional de Salud
Este 13 de julio falleció una de las más queridas y reconocidas defensora de derechos humanos y dirigente social, se trata de Luz Margarita Posada, directora ejecutiva de la Asociación de Promotores Comunales Salvadoreños (Aprocsal).
Desde muy pequeña Margarita conoció el valor de la lucha social, gracias a las enseñanzas de su padre, el Dr. Luis Posada. A quien ella recordaba como un “revolucionario”, según lo dijo en 2011 en una entrevista a un medio digital.
Su rebeldía, la llevó desde muy joven a organizarse y formar parte de las Fuerzas Populares de Liberación, en el área financiera.
Tras la firma de los Acuerdos de Paz, Margarita se integró a la lucha en defensa por el derecho a la salud desde la Asociación de Promotores Comunales Salvadoreños (Aprocsal), organización que dirigió con valentía.
Ella fue una de las personas que lucharon férreamente contra la privatización de la salud. La fuerza de las movilizaciones detuvo este proceso durante el gobierno del fallecido expresidente, Francisco Flores.
Tras la llegada al gobierno del FMLN y con el inicio de la Reforma de Salud, Margarita asumió la conducción del Foro Nacional de Salud, estructura que sería la contralora comunitaria de la implementación de las políticas de salud y desde la que tuvo un contacto cercano con muchas comunidades de todo el país, quienes la reconocían.
“El amor que yo he recibido hoy paga cualquier precio en la lucha por los derechos. Mi profundo amor, mi profundo respeto y mi profundo compromiso para con ustedes. A mí me pueden echar de donde quieran y no me importa, el día que de verdad sufriría es el día que me echen de una comunidad”, dijo Margarita durante una reunión con la comunidad Nuevo Gualcho, en Usulután.
Aunque su principal bandera de defensa era la salud, Margarita Posada, fue una incansable defensora de derechos humanos en general y parte de otras estructuras organizativas como la Alianza Social por la Gobernabilidad y la Justicia, Coordinadora de Movimientos Populares, Red por el Derecho a la Comunicación, entre otras.
Margarita deja, sin duda, un invaluable legado para todas las personas que le conocieron, para el movimiento social y el país en general.
Esta fue la última entrevista realizada por la Red Informativa de ARPAS a Margarita, en el marco del día de la clase trabajadora.
Tristeza inmensa su partida. Su huella nos alumbra el camino a seguir. Qué viva Margarita Posada!