Por Red Informativa de ARPAS/ Fotografía Vicepresidencia
Son nueve organizaciones de la sociedad civil las que, mediante un comunicado, expresaron que no participarán en la presentación del estudio y propuestas de reforma a la Constitución impulsadas por el Equipo Ad Hoc que lidera el vicepresidente de la República, Félix Ulloa, ya que consideran que es “un proyecto impuesto desde casa presidencial” y que se “preparó con poca transparencia, y sin una verdadera participación de la sociedad”.
Para Eduardo Escobar, de Acción Ciudadana, el objetivo del gobierno es obtener una Constitución que represente beneficios para la administración de Nayib Bukele.
En el comunicado exponen que “es válido actualizar la Constitución en debida forma, pero este proceso, y bajo el actual contexto, no otorga condiciones de legitimidad democrática”. Además, señalan que las reformas constitucionales deberían estar sujetas al control de una Sala de Constitucional legítima e independiente.
Las organizaciones fueron invitadas por el Equipo Ad- Hoc que encabeza el vicepresidente Félix Ulloa para a la presentación del anteproyecto. Sin embargo, los representantes de las ONG’s advierten que “es imposible confiar en quienes quieren reformar la Constitución” y enumeraron acciones negativas para la democracia del país como la ocupación militar de la Asamblea del 9 de febrero de 2020, la imposición inconsulta de la Ley Bitcoin, la destitución de magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Fiscal General.
Ante la decisión de las organizaciones, el vicepresidente Ulloa señaló que “esto lo que demuestra es que hay niveles de intolerancia insuperables que no pueden llevar a este diálogo civilizado”.
A través de su cuenta en Twitter el presidente de la Fundación Democracia, Transparencia y Justicia (DTJ), José Marinero, mencionó que Ulloa “habla de tolerancia mientras descalifica a organizaciones que ‘están excluidas’ por lo que dice es su intolerancia, soberbia y prepotencia”. Para Marinero el proceso realizado por el vicepresidente es una “consulta exprés” y lo calificó de ser “solo una simulación”.
Las organizaciones sentenciaron que están abiertas “a participar y aportar en los proyectos de desarrollo y bienestar del país”, pero hasta que se generen las condiciones democráticas y no se utilice su participación como apariencia de legitimidad.
