A partir del 1 de agosto entró en vigencia el aumento del 20 % al salario mínimo anunciado por el presidente Nayib Bukele el 01 de julio de 2021, el mismo día en que el departamento de Estado de Estados Unidos publicó la “Lista Engel” en la que varios de sus allegados son señalados por presuntos actos de corrupción y contra la democracia.
Por Norma Ramírez, Red Informativa de ARPAS
Según el anuncio del gobierno, repetido por varias semanas en sus medios de comunicación y cuentas de Twitter de diferentes instituciones públicas, esta es la primera vez que en el país se aumenta 20 % al salario mínimo que recibe la clase trabajadora. El ministro de Trabajo, Rolando Castro, de hecho ha calificado el hecho como “inédito”.
La Red Informativa de ARPAS consultó sobre el tema al economista José Luis Magaña de la plataforma AltavozES quien dijo que el último incremento al salario mínimo realizado en 2016 significó, en algunos rubros, más del 20 %, por lo tanto la afirmación del ministro de Trabajo es falsa.
“En la última revisión de los salarios mínimos, porque hay una tabla dependiendo de la actividad económica, tuvo incrementos desde el 20 %. Por ejemplo, hay salarios como el de comercio y servicios que estaba en $254 y subió a $300, pero habían otros como los de las actividades agropecuarias que el salario mínimo eran de $98 y subió a $200, eso significa un incremento de más del 100 %”, dijo Magaña.
Lo dicho por el economista se confirma en el informe “Panorama Laboral de América Latina y el Caribe 2017”, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En dicha publicación se destaca que El Salvador fue el país que hizo el mayor incremento el salario mínimo en 2017.
Desde inicios de este mes el ministro de Trabajo, Rolando Castro, ha encabezado lo que parece “cuadrillas” de trabajadores que realizan la verificación del incremento al salario mínimo. Un par de semanas antes del anuncio de Bukele, Castro dijo que el tema (incremento al salario) no estaba en la agenda del gobierno.
Según el Artículo 159 del Código de Trabajo, el salario mínimo debe revisarse “por lo menos cada 3 años”. La última actualización en el país se aprobó en diciembre de 2016 y entró en vigencia en enero de 2017.
Cuatro años después, con el aumento aprobado por el Consejo Nacional del Salario mínimo a iniciativa del presidente Nayib Bukele, la nueva tabla de salarios es la siguiente:
Aumento mantiene brecha de desigualdad, dice economista
De acuerdo a José Luis Magaña, si bien el incremento al salario mínimo es necesario, se deben considerar los diversos sectores que componen la economía, las remuneraciones que cada uno recibe y “las disparidades” que hay.
“Podemos darnos cuenta que los aumentos generalizados, como el actual que es del 20 % para toda la tabla salarial, es un camino que extiende la desigualdad porque eso significa que los salarios mínimos más altos son los que más aumento tienen”, apuntó el experto.
Los artículos 145 y 146 del Código de Trabajo establecen los criterios que deben tomarse en cuenta para fijar los incrementos al salario mínimo, entre éstos “el costo de la vida, gastos ordinarios en alimentación, vestuario, vivienda, educación y protección de la salud, de una familia obrera promedio, campesina o urbana”. Sin embargo, para Magaña al hacer un aumento “generalizado” el gobierno parece no haber considerado lo establecido en la ley laboral.
¿De dónde saldrán los fondos para el subsidio a las empresas?
El 01 de julio el presidente Nayib Bukele también dijo que el gobierno entregaría por un año un subsidio a las empresas para pagar el salario mínimo a trabajadores, a través del Banco de Desarrollo de El Salvador (BANDESAL).
“Alrededor de 13,500 empresas serán las beneficiadas con el subsidio para el aumento del salario mínimo, impulsado por el Presidente Bukele” dijo en la televisión nacional el 10 de agosto el presidente de BANDESAL, Juan Pablo Durán .
Según el gobierno, las empresas recibirán este subsidio del Fideicomiso para la Recuperación Económica de las Empresas Salvadoreñas (FIREMPRESA), creado en la Asamblea Legislativa para apoyar a las empresas afectadas por la pandemia de COVID-19.
A finales de julio, con 73 votos, la mayoría oficialista en la Asamblea aprobó modificaciones al Fideicomiso que incluye un aumento de $100 millones, al fondo que se creó con $600 millones, para que los empresarios reciban el subsidio para pagar el incremento al salario mínimo.
Economistas como José Luis Magaña consideran que el tema y, sobre todo, el origen de los fondos aún no está claro. “Si bien se ha planteado que será a través del Fideicomiso que maneja BANDESAL, la pregunta es cómo va a financiarse ese compromiso, particularmente porque las finanzas públicas están bastante frágiles. Entonces eso significará que el gobierno, o recorta programas que estaban financiados en el presupuesto o busca endeudamiento. Más allá de los escenarios que podamos plantear es importante que el gobierno sea capaz de responder ¿de dónde van a salir los fondos para financiar lo que está prometiendo?”, dijo el experto.