En el marco del Día Nacional de la Persona Trabajadora de Maquila, la organización Mujeres Transformando denunció que más de 79 mil personas empleadas de este sector no fueron beneficiarias del bono de $300 dólares que brindó el gobierno en el marco de la emergencia por la pandemia de COVID-19, pese a que la mayoría fueron cesadas de sus empleos. El Ministerio de Trabajo asegura que ha llegado a acuerdos de reinstalos con las empresas desde el pasado 1 de julio.
Por: Krissia Girón/ Foto: OXFAM
Alrededor de 90 mil personas trabajadoras de maquilas habrían sido suspendidas de sus empleos o con contratos cancelados, entre los que se encuentran empleos directos e indirectos en el sector, así lo informó la Asociación Mujeres Transformando. Afirman que este dato fue recolectado de denuncias de su base organizativa y otros sectores y sindicatos del sector textil.
En el comunicado expresan que muchas de estas personas han tenido un limitado o nulo acceso a la justicia por diferentes causas, entre ellas, el cierre de algunas dependencias físicas del Ministerio de Trabajo, la insuficiencia de los canales alternativos habilitados para atender la cantidad de denuncias, entre otras.
“Además, se le vió al titular de esta cartera de Estado y a parte del funcionariado en labores que no tenían ninguna relación con la tutela de derechos laborales”, reza el comunicado.
También denunciaron que las personas trabajadoras dejaron de percibir salarios a partir de la segunda quincena de marzo, cerrando el mes con pagos que oscilaron entre $30 y $45 dólares, lo cual se agudizó debido a la incertidumbre sobre si el Instituto Salvadoreño del Seguro Social sería la entidad responsable de completar los salarios a través de la figura de incapacidad laboral.
Sobre esto, Montserrat Arévalo, directora de Mujeres Transformando, dijo a la Red Informativa de ARPAS que algunas empresas que se aprovecharon de este limbo jurídico. “Enviaron a las personas a que fueran a cobrar al ISSS y ahí les decían que no les iban a pagar”, afirmó.
Agregó que la capacidad del Ministerio de Trabajo, frente a estas denuncias de suspensión de contratos o despidos ha sido insuficiente.
“Otro tema son las inspecciones. Nosotras no tenemos manera de monitorear que éstas se realizan y cuáles son los resultados. Al final, nuestras compañeras siguen con contratos suspendidos. Este día, por ejemplo, en una de las empresas les avisaron que aunque se reactive el transporte público, no se presenten hasta que ellos las llamen. Eso nos da cierto temor de que lo que vengan sean despidos”, expresó.
La situación se agudizó en los últimos meses, según Mujeres Transformando, con la carga de cuidados en sus casas, el confinamiento y la falta de acceso a algunos de los beneficios que repartió el gobierno. La Asociación señala que más de 79 mil personas del sector textil no fueron beneficiarias del bono de los $300 pese a que sus contratos estaban suspendidos o cancelados. Muchas de estas personas son bordadoras a domicilio, que trabajan de forma indirecta con las maquilas, afirmó la Asociación.
“En algunos casos tampoco recibieron canastas tanto del gobierno como de las alcaldías. Lamentamos que este tema, en las localidades, se haya politizado”, expresó Montserrat Arévalo.
La Asociación pidió al Ministerio de Trabajo crear los mecanismos necesarios para que las trabajadoras de maquila tengan acceso a la justicia en casos como suspensión o cancelación de contratos e impago de salarios o indemnizaciones. Al Ejecutivo, exigieron crear políticas públicas con enfoque de derechos humanos y crear un fondo de desempleo que garantice el salario y demás prestaciones en este tipo de situaciones.
La directora de Mujeres Transformando concluyó que esta situación ha “rebasado” a las organizaciones sociales ya que considera se trata de una crisis humanitaria en la que muchas mujeres se han visto envueltas, tras las medidas implementadas en el marco de la pandemia por COVID-19.
“(Las mujeres) Están pasando hambre, no saben cómo enfrentar la situación en sus familias, muchas son madres solteras. Esto va más allá de la crisis de defensa de derechos laborales donde la gente tiene consecuencias en su salud física y emocional”, expresó.
Misma opinión tiene Marta Zaldaña, secretaria general de la Federación de Sindicatos Independientes de El Salvador (FEASIES). Zaldaña coincide en que la situación de pandemia ha dejado graves impactos en las personas trabajadoras de maquilas.
“Sabemos que es un rubro altamente feminizado, también sabemos que muchas de ellas son mujeres al frente de la crianza de dos o tres hijos o hijas. Lamentamos, en ese sentido, que no haya quedado claro quien era el responsable que pagar salarios. Muchas de ellas pasaron 100 días sin recibir un cinco, lo cual complica sus condiciones económicas y de vidas, que ya estaban vulneradas por sus bajos salarios”, dijo a la Red Informativa de ARPAS.
El pasado 30 de junio, el Ministro de Trabajo, Rolando Castro, dijo que esta cartera de Estado ha recibido alrededor de 50,000 denuncias de trabajadores por afectaciones a sus derechos laborales durante la pandemia de COVID-19.
“En este momento no tenemos un consolidado global de despidos, tenemos una proyección, tenemos arriba de 10 mil denuncias hechas por los trabajadores”, dijo Castro en una entrevista televisiva.
También, el titular ha señalado que, a raíz de la reapertura económica, muchas empresas han llegado a acuerdos para los reinstalos de trabajadores.
“La mesa de negociación ya inició y con las primeras empresas llegamos acuerdos de reinstalos de los trabajadores desde ya el 100% y lo hemos acordado en actas”, expresó el ministro en redes sociales.
Sobre esto, la representante de FEASIES expresó que, en el caso de las maquilas, tienen registrados a varias personas trabajadoras que ya regresaron a sus labores.
“Las suspensiones ya se levantaron, pero no ha sido por las negociaciones del ministro, ha sido a raíz de la reapertura. Todavía hay algunos que tienen problemas con el transporte. Hemos conocido de fábricas que ya tienen entre 600 y 800 personas trabajando”, dijo.
Estas denuncias se realizaron en el marco del Día Nacional de la Trabajadora de Maquila, que se conmemora cada 5 de julio, en honor a 500 trabajadoras intoxicadas en la Zona Franca Internacional de Olocuilta, en 2002.