El médico e infectólogo, Iván Solano, dijo a un medio digital que las riendas del plan para combatir la pandemia por COVID-19 ha estado en manos de asesores políticos y no del personal técnico del Ministerio de Salud. Además, insiste, al igual que sus colegas del Colegio Médico y otras instancias, en que la reapertura económica debe ser ordenada y focalizada para que no exista mayor riesgo de aumento en los contagios durante ese período.
Por: Krissia Girón/ Foto (Referencia)/ Hospital El Salvador
En una entrevista con el periódico digital El Faro, el médico e infectólogo Iván Solano Leiva, destacó la disminución de casos reportada por el personal médico y, ahora, por el Ejecutivo. La existencia de camas disponibles en los hospitales públicos y privados ha sido gracias a dos cosas, a su juicio: la primera es que se han cerrado espacios o servicios de camas en los hospitales MQ, General, Rosales, San Rafael y Zacamil, que se utilizaron para tratar pacientes de COVID-19 “porque ya no ha habido mayores necesidades” para utilizarlos.
La segunda razón, según Solano, es el incremento en la capacidad del Hospital El Salvador. “A muchos de estos pacientes los trasladaron ahí. Su capacidad inicial fue de 105 camas. Creo que hoy ya la subieron a 400”, dijo.
Sin embargo, cuestionó el abordaje “curativo hospitalario” que el Ejecutivo ha dado a la pandemia. “Todas las estrategias que han hecho han ido a potenciar nada más el tratamiento hospitalario y así vemos como buscan tener la mayor cantidad de UCIs en Latinoamérica, pero no hemos ido a buscar el virus”, dijo.
Para el médico, no se le dio la capacidad al sistema primario de atención para que busque los casos y eduque a la población sobre cuidar en casa a una persona con síntomas leves, lo cual podría ayudar a detectar de manera temprana otros casos. “A eso nos referimos con una estrategia focalizada basada en datos epidemiológicos adecuados, no trastocados con otros fines”, expresó.
El infectólogo destacó que alcaldías como Izalco, Sonsonate, Soyapango, San José Villanueva y Santa Tecla han solicitado asesoría al Colegio Médico para el manejo de la pandemia.
La estrategia de esta asociación, y que ha sido propuesta tanto al Ejecutivo como al Legislativo cuando se discutieron las medidas en torno a la pandemia, se trata de una cuarentena y reapertura económica focalizada, que enfatice en aquellos municipios que tienen un alto índice de casos de COVID-19
“Yo no estaría de acuerdo que el 23 de agosto vayamos todos a trabajar y haya una reapertura del 100%. Hay que tomar en cuenta datos epidemiológicos fidedignos. Si yo sé que el municipio de Soyapango es una ‘zona caliente’ donde está circulando el virus, no se debería permitir que el municipio tenga una reapertura económica. Pero si sé que el Puerto de La Libertad, por ejemplo, tiene pocos casos, no necesariamente podría impedirla”, expresó.
Por ello, insiste en que los datos epidemiológicos certeros y veraces son primordiales para la toma de decisiones del gobierno, sobre todo aquellos brindados por técnicos y no por políticos. “Zapatero a tu zapato”, expresó Solano.
Para el infectólogo, otros aspectos a tomar en cuenta durante la reapertura es la creación de un comité multidisciplinario de expertos en manejo de crisis, para evaluar las decisiones a tomar, darle poder al sistema primario de salud para realizar visitas casa por casa y enfatizar en la educación a la población, sobre todo en los lugares donde el virus ha generado mayor impacto.
Sobre los “kits de medicamentos”, entregados por el Ministerio de Salud a personas confirmadas y sospechosas de COVID-19, a las cuales llamó “la cajita feliz”, el médico aseguró que es un tratamiento que no funciona en un 90% y que, lamentablemente, se ha recetado sin base científica.
“A muchos les disgusta que lo diga, pero el tratamiento de la COVID-19 leve es un tratamiento sintomático: si tengo dolor de cabeza, acetaminofén; si tengo mocosera: algo para la congestión nasal y síntomas catarrales. Hay muchos medicamentos como la ivermectina, la azintromicina y otros antibióticos que no están indicados. Creo que el 100% del gremio médico, la mayoría, prescribe la ‘cajita feliz’ del gobierno. Desde mi punto de vista muy personal, no estamos haciendo buena medicina”, afirmó.
En este sentido, asegura que, a nivel del sistema de salud privado, existe una iniciativa de realizar investigación y reportar la experiencia en el manejo de 100 pacientes tratados por varios médicos, donde se ha dado atención con plasma convaleciente y Tocilizumab. Ambos tratamientos, asegura, son los que tienen mayor soporte científico a la fecha y han funcionado en varios pacientes.
Solano lamenta que, desde que inició la crisis, no se hayan escuchado a los técnicos y profesionales del Ministerio de Salud y, por el contrario, el gobierno haya depositado el manejo de la pandemia en manos de asesores venezolanos expertos en marketing político.
“Ninguno tiene experticia en salud pública. Y lo más cercano que tenemos al trabajo en salud son dos personas de ese grupo donde hay una persona odontóloga y una veterinaria. Ellos han tomado las riendas del asunto y manejan la pandemia. Me he atrevido a decir que son jefes, incluso, del señor ministro de Salud”, expresó Iván Solano al periódico digital El Faro.
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