Un estudio realizado por la Colectiva Feminista constató que las mujeres son las más afectadas por la pandemia de COVID-19 y sus medidas. Revela que los problemas de salud mental, el trabajo de los cuidados y la precariedad fueron los mayores problemas que impactaron sus vidas durante el periodo de cuarentena domiciliar obligatoria.
Por: Krissia Girón/ Foto: ONU Mujeres
Las mujeres son el grupo poblacional que más ha sido afectado con la pandemia de COVID-19, constataron los resultados de un estudio realizado por diferentes organizaciones, entre ellas la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local.
De acuerdo a los resultados de la encuesta: “Situación de las mujeres en el marco de la emergencia sanitaria por COVID-19”, donde se incluyeron también datos sobre la línea telefónica de asesoría legal y psicológica que se puso a disposición a mujeres que enfrentaron violencia durante la cuarentena de COVID-19 e información sobre la situación de defensoras de derechos humanos.
Milagro Alvarado, de la Colectiva, detalló que una de las principales impactos de la pandemia está relacionado con la salud mental. Al preguntar si durante la cuarentena han percibido afectaciones se obtuvieron los siguientes datos: estrés 68.1%; tristeza 51.9%; angustia 49.4%; ansiedad 26.9%; irritabilidad 19.3%; e ira 11 %.
“Estas emociones no contribuyen a generar una estabilidad emocional, causando que más de la mitad de las personas encuestadas no logren tener tranquilidad, y por tanto condiciones favorables para la resiliencia emocional”, dijo.
La encuesta también refleja como las condiciones de precariedad se han agudizado, ya que más del 60% de las personas manifestó que laboraban en el sector informal. Al consultar si mantenían su trabajo después del confinamiento, el 72 % respondió que están desempleadas y un 12 % respondió que habían mantenido su trabajo desde casa.
Sobre el tema económico, el 67 % de las personas encuestadas expresó no contar con ingresos para solventar sus necesidades alimenticias, pago de servicios básicos y cumplir con medidas de prevención, como la compra de mascarillas. Sumado a ello, el 47 % manifestó no haber recibido ningún tipo de ayuda.
“Solo el 28 % recibió ayuda del Gobierno o alcaldías. Un 19 % ha recibido apoyo de organizaciones no gubernamentales, los demás sobreviven con apoyo de familia o amistades”, explicó Alvarado.
El 61.3 % de mujeres respondió estar pasando las medidas de confinamiento con sus hijos e hijas, pero solo el 3 % reciben mensualidad de cuota alimenticia.
Entre los hallazgos, se reveló que el 46.6% de las mujeres encuestadas manifestó estar a cargo de las tareas de cuido: el 18% se hace cargo sola y lo está resolviendo, el 12,9% está desbordada, el 15,7% lo resuelve con el apoyo de otras mujeres en la familia. “Las responsabilidades de los cuidados de la niñez, de personas adultas mayores, entre otros, así como el trabajo doméstico, están siendo realizadas principalmente por las mujeres”, dice el estudio.
De 969 personas encuestadas, el 36 % manifestó que enfrentaba violencia en sus hogares; sin embargo, afirman que muchas mujeres expresaron que no podían contestar en ese momento, ante la presencia de su pareja. Más del 81 % brindó su número telefónico para que las encuestadoras hicieran seguimiento a su situación.
El estudio consultó a 969 personas. De éstas, el 91% mujeres se identificó como mujeres, el 8% como personas LGTBI y un 1% hombres.
Tiene una representatividad de 12 departamentos y 90 municipios.
Acompañamiento a mujeres víctimas de violencia
Entre el 21 de marzo al 31 de julio, la Colectiva Feminista brindó 189 asesorías legales, en las que las mujeres manifestaron recibir algún tipo de violencia, como psicológica, sexual, económica y física. La mayoría de mujeres asesoradas rondaban entre los 19 y 30 años.
Morena Herrera, de la Colectiva Feminista, afirmó que estos resultados “muestran la realidad y las diversas formas de cómo las personas enfrentan la emergencia sanitaria COVID-19. Por ello no habrá una sola forma de resolver las problemáticas, hay que prestar atención a las necesidades generales y específicas de la población”.
Afirmó que la problemática de violencia de género que enfrentan las mujeres y población LGTBIQ+ no se focaliza en la falta de identificación de las instituciones públicas garantes de justicia, sino la falta de acceso a un puesto policial, de atención inmediata y a recibir prioridad por parte de dichas instancias.
Herrera lamentó también el papel del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer, ISDEMU, el cual calificó de “muy pálido e ineficiente” no solo en el contexto de la pandemia, sino desde antes. “Esta administración no ha priorizado la atención hacia las mujeres”, concluyó.