Los candidatos presidenciales de la coalición de derecha ARENA-PCN-PDC y de GANA se han enfrascado en una discusión sobre la propuesta de derogar el impuesto a la telefonía, la llamada “contribución especial para la seguridad pública”: que quién hizo primero la propuesta, que no corresponde al Ejecutivo derogar impuestos, que porqué no hacerlo ya si hay correlación, que cómo va a sustituir esos fondos si quita el impuesto…, etc.
Este impuesto se cobra una parte a los usuarios por el consumo y otra a la ganancia de las telefónicas, éstas últimas es posible que lo evadan; y sirve –básicamente– para un bono trimestral de 300 dólares a policías, soldados y custodios de centros penales, en el marco de las “medidas extraordinarias de seguridad”, que ya son permanentes.
El debate instalado por los candidatos Carlos Calleja y Nayib Bukele es demagógico, oportunista y sirve para evadir la discusión sobre una política fiscal verdadera y necesaria: la reforma progresiva donde “paguen más quienes tienen más”. Esto es lo que realmente se necesita para resolver el déficit fiscal y garantizar recursos suficientes para enfrentar los problemas del país, atender la necesidades de la población vulnerable y propiciar un desarrollo incluyente.
En vez de propuestas populistas, como derogar la “contribución para la seguridad”, Calleja, Bukele y los demás presidenciables deberían comprometerse con terminar la evasión tributaria, derogar las leyes de la elusión y aprobar impuestos directos al patrimonio, a la gran ganancia empresarial y a los bienes de lujo. Así podría eliminarse el IVA a las medicinas, alimentos básicos y a los insumos agrícolas.
Los aspirantes presidenciales también deberían proponer la renegociación de la deuda pública, para que el país ya no destine anualmente mil millones de dólares en pago de deuda. Negociando montos bajos, plazos más largo y mejores condiciones de pago, el país podría utilizar parte de esos fondos para la inversión social.
Otro compromiso necesario es la reforma integral al sistema previsional que establezca un sistema público de pensiones y acabe con el obsceno negocio de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs), que han cometido el verdadero “robo del siglo”, desde 1998 cuando el gobierno arenero de Armando Calderón Sol privatizó las pensiones.
Finalmente, se requiere un compromiso serio contra la corrupción. Hasta hoy sólo propuestas fáciles y demagógicas, como creación de “CICIES” o eliminar los fondos reservados. El candidato de ARENA, incluso, al momento del juicio contra su ex presidente Antonio Saca, llevó a la Asamblea Legislativa una serie de propuestas de las que no se dijo más, lo cual confirma que se trató de un burdo acto de propaganda electoral.
Entonces, volviendo al punto inicial (y recordando la frase famosa de la campaña electoral estadounidense en 1992 de Bill Clinton contra George Bush), no es sólo el impuesto a la telefonía; es la reforma fiscal progresiva, ¡estúpidos!
Excelente comentario, muy atinado y apegado a la realidad q vivimos, lastima q no tenga eco en ningún político, pues si hubiera honestidad ya lo habrían retomado