El Tribunal Supremo Electoral (TSE) prohibió la semana pasada la difusión de varios spot propagandísticos de los partidos ARENA, GANA y FMLN, por violentar el Código Electoral. Los mensajes proscritos eran parte de la “campaña sucia” que ha caracterizado al actual proceso electoral.
La campaña que está por terminar es una de las peores en los últimos años, no sólo por la propaganda con tinte calumnioso y difamatorio que hicieron todos los partidos, sino también por posturas fingidas, programas cuestionables y la ausencia de una propuesta realmente “antineoliberal” (La más “progresista” es la de Hugo Martínez, presidenciable del gobernante FMLN, que ofrece profundizar programas sociales, combatir los grandes evasores tributarios y crear un sistema público de pensiones).
Así que, en medio de esta desolación, lo actuado por el TSE es positivo, aunque sea en los últimos tres días de la campaña electoral.
El TSE, sin embargo, quedó con deudas importantes. La más grave de todas es la negativa de cancelar al oligárquico partido ARENA, a pesar de haber cometido ilícitos penales que deberían impedirle participar en las elecciones.
En la campaña de 2004 ARENA utilizó 10 millones de dólares provenientes del lavado de dinero. Los fondos fueron donados por Taiwán para ayudar a los afectados por los terremotos de enero y febrero de 2001, pero el entonces presidente Francisco Flores los desvió hacia cuentas bancarias areneras utilizando el Centro de Estudios Políticos “Antonio Rodríguez Porth”.
En esa elección, el candidato arenero Antonio Saca derrotó al legendario dirigente efemelenista Schafik Handal, gracias a una fuerte campaña sucia.
Y para los comicios de 2009, el partido oligárquico usó 9.6 millones de dólares provenientes del robo de fondos públicos. Según la Fiscalía, el ex presidente Saca entregó a ARENA 7.6 millones de dólares y después otros 2 millones de la partida secreta de la Presidencia.
El secretario de Transparencia y Anticorrupción, Marcos Rodríguez, también ha denunciado ante Fiscalía el financiamiento irregular del Centro “Rodríguez Porth” y la Fundación Libertad y Progreso, que entregaron a ARENA 22 millones de dólares de dudosa procedencia. Esta última instancia ni siquiera está inscrita en el Registro de Organizaciones y Fundaciones sin Fines de Lucro del Ministerio de Gobernación.
Volviendo al rol de TSE, éste tiene el desafío de garantizar que las elecciones del próximo domingo sean limpias y transparentes, para asegurar la legitimidad del proceso electoral y la consolidación democrática del país.
Ojalá que así sea