El ex gobernante arenero Alfredo Cristiani criticó la semana pasada al actual gobierno y señaló el déficit en las finanzas públicas como el principal problema de la gestión del Presidente Salvador Sánchez Cerén. Según Cristiani, el déficit fiscal existe porque lo creó el gobierno anterior (del ex presidente Mauricio Funes) y el actual “no ha tenido voluntad de resolverlo”.
La referida declaración del primer presidente de los gobiernos de ARENA es falaz y cínica.
Es falaz porque el deterioro de las finanzas públicas no lo provocó el gobierno anterior, sino que es un problema heredado de los gobiernos de ARENA: es resultado acumulado de las privatizaciones (especialmente de las pensiones), la dolarización, el endeudamiento, el esquema tributario regresivo y la corrupción.
Igualmente falsa es la falta de voluntad del actual gobierno. El déficit fiscal se debe al boicot arenero contra los ingresos públicos: ARENA ha bloqueado la aprobación de presupuestos, préstamos, reformas fiscales, emisión de bonos y hasta aceptación de donaciones. La falta de voluntad política ha sido de la oposición oligárquica, no del gobierno.
Y es cínica porque Cristiani no tiene solvencia moral para criticar el manejo financiero público. Tal como se lo recordó el secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Roberto Lorenzana, el ex presidente arenero privatizó la banca y -con eso- debilitó el rol estatal en las políticas monetarias.
“Cristiani le regaló los bancos a sus amigos”, señaló Lorenzana, refiriéndose a la privatización fraudulenta de la banca realizada durante el primer gobierno de ARENA, el cual saneó los bancos con fondos públicos y luego los vendió a “precio de gallina robada” a un grupito de oligarcas, incluido, el propio Cristiani. Esto, en el marco de los Programas de Ajuste Estructural y de Estabilización Económica, como FUSADES y el Banco Mundial llamaron al voraz proyecto neoliberal arenero.
Las falaz declaración de Cristiani es representativa del cinismo de ARENA, partido que sigue sin reconocer los graves delitos de corrupción que cometió, no presenta a sus corruptos ante la Justicia y no devuelve el dinero robado o malversado.
En vez de estar dando lecciones sobre buen manejo de las finanzas públicas, Cristiani debería estar preso por corrupción (y por el asesinato de los sacerdotes jesuitas de la UCA y sus colaboradoras masacradas en noviembre de 1989, cuando él era Presidente de la República y -por tanto- Comandante General de la Fuerza Armada).
Ojalá que así fuera.