En la pasada campaña electoral, el candidato presidencial de GANA/Nuevas Ideas fue el más atacado por la mayoría de medios de comunicación. Según el informe del monitoreo de medios de la Comisión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE), Nayib Bukele era presentado negativamente por los canales de Telecorporación Salvadoreña (TCS), La Prensa Gráfica y otros que sea alinearon con la coalición de derecha ARENA/PCN/PDC/DS y su fórmula Carlos Calleja/Carmen Aída Lazo.
Bukele, por su parte, descalificaba públicamente a esos medios tildándolos de voceros o “panfletos” de ARENA; incluso, montó campañas en redes sociales llamando a la población a no comprarlos, verlos o leerlos.
Sin embargo, ahora que Nayib Bukele es Presidente de la República, la situación es totalmente diferente: esos medios que lo adversaron hoy actúan como su coro propagandístico. Algunos hasta la hacen de “medios oficiales” en las cadenas nacionales de radio y televisión, en vez de la radio y televisión pública.
¿A qué se debe este cambio tan radical?: ¿por qué los medios que nos decían que Bukele era un peligro, hoy no publican una sola crítica sobre su gestión presidencial? y ¿por qué Bukele ahora no los trata como “panfletos” y hasta los pasea en su gira por Estados Unidos en el marco de la cumbre climática?
¿Habrá algún pacto entre Bukele y esos medios? Los medios abordan favorable, condescendiente y propagandísticamente la gestión presidencial, ¿a cambio de qué?
En la nota titulada: Bukele entrega pauta publicitaria a “los mismos (medios) de siempre”: TCS recibe la mayor tajada, publicada por la Red Informativa de ARPAS, se evidencia el favoritismo de Casa Presidencial en la asignación de la pauta publicitaria, que podría estar en la lógica de “premiar” a los medios aduladores y “castigar” a los que señala aspectos críticos de su gestión.
Según referida publicación periodística, TCS recibió, en junio y julio de este año, 193,049.86 dólares. Esto es el 35% del monto total que asciende a $550,792.61. Otros grupos mediáticos beneficiados son: Megavisión, RSM, Tecnovisión. En la lista también aparecen las principales corporaciones de radio comercial, así como los periódicos La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy. ¿Es ésa la razón de la luna de miel de Bukele con estos medios?
Lo anterior plantea la necesidad de transparentar la pauta publicitaria estatal y crear una política pública que asegure una asignación equitativa en todos los medios, independiente de su política informativa y línea editorial. Porque son fondos públicos, así debe ser en una democracia y hay disposiciones internacionales vinculantes para el Estado salvadoreño, entre éstos los estándares del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
En sus “Principios sobre regulación de la publicidad oficial y libertad de expresión”, aprobados en 2012, la CIDH señala que “la asignación arbitraria y discriminatoria de la publicidad oficial constituye un mecanismo de censura indirecta”, prohibidos en el Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Por eso establece que las políticas de asignación se basen en “marcos legales específicos, claros y precisos; objetivos legítimos; criterios preestablecidos, claros y transparentes; planificación adecuada; mecanismos de contratación abiertos y no discriminatorios; transparencia y acceso a la información; control externo y en la promoción del pluralismo informativo”.