//“Las mujeres somos fuerza, somos poder, somos transformación”

“Las mujeres somos fuerza, somos poder, somos transformación”

La criminalización del trabajo de defensoras de la madre tierra se manifiesta de diversas formas y tiene grandes impactos en sus vidas. Estas experiencias son visibilizadas en el informe denominado “Destierradas”.

Por Krissia Girón/Foto: Alfredo Carías

Miles de mujeres en el mundo lideran las luchas medio ambientales. Su fuerza, decisión y compromiso con este trabajo por la madre tierra son el motor de organizaciones, comunidades y colectivos, que se enfrentan al poder económico en defensa de sus territorios.

El camino de una defensora de la naturaleza no es fácil. Este trabajo, voluntario y legítimo, trae consigo amenazas, discriminación -por su entorno familiar y comunitario-, persecusión, acoso, y en casos extremos, hasta la muerte.

Desde su militancia en las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) durante la guerra civil, hasta la defensa del territorio y de los derechos de las mujeres en su comunidad, Alma Orellana ha sentido en carne propia los impactos de emprender la lucha socioambiental, sobre todo, en su maternidad.

“Igual que todas fue quizá solo ver a mis hijas en la noche, o no verlas. Pero esa parte, todas creo que resentimos no haber estado cuando tus hijas o hijos te necesitan más; porque estás ahí, sentando las bases para que sean hombres y mujeres de bien. Yo siempre he dicho que no me arrepiento de seguir en esto”, narra entre lágrimas la defensora.

“Le he pedido perdón a mis hijas por a veces no estar, pero también me he perdonado porque sé que lo que he hecho ha sido por garantizar agua, salud”, dice Alma Orellana

Vidalina Morales tampoco se arrepiente de continuar en resistencia por la defensa de la tierra. Ella es una defensora del departamento de Cabañas, y también ha vivido las vulneraciones de sus derechos como mujer, expresadas en la discriminación, estigmatización, entre otros.

“Primero por venir del campo, (dicen) no sabe ni hablar, ni expresarse. Así empieza la discriminación. Sin embargo, decía yo, esta lucha vale la pena por las comunidades, por nuestro país. Entonces una tiende a crear cierta resistencia frente a lo que le dicen a una, (cosas) como que es -candil de la calle, oscuridad de su casa”, dijo Vidalina.

“Cuando empezamos a ejercer más liderazgo los señalamientos contra nosotras aumentan. Y nos desanima, somos humanas, pero al mismo tiempo te hacer reflexionar porque esta lucha vale la pena”, narró Vidalina.

La criminalización del trabajo de las mujeres defensoras de la madre tierra se manifiesta de diversas formas: difamación, intimidación, hostigamiento, estigmatización e incluso hacerlas enfrentarse a procesos judiciales por su labor.

Estos impactos son visibilizados en el informe denominado “Destierradas”, que busca sacar a la luz la criminalización de las mujeres defensoras de derechos y sus consecuencias.

Defensoras del territorio durante la presentación del estudio “Destierradas”.

Almudena Moreno, investigadora y parte de la organización Alianza por la Solidaridad, explicó que “las grandes corporaciones están detrás del modelo actual de producción y consumo, las personas que quieren hacerse ricas explotando los recursos; y eso tiene un impacto especial en las mujeres”.

La investigadora señaló que en los procesos de defensa, los estereotipos de género están presentes. “De las mujeres se dice que deben estar en la casa y no enfrentando esas luchas”.

En este informe se exige que se reconozca públicamente la realidad de las mujeres defensoras y se emitan datos sobre este tema. Además, que el Estado asuma sus responsabilidades por las agresiones que ellas sufren.

Además, hacen un llamado a las organizaciones sociales a incorporar la perspectiva de género en su trabajo y priorizar en la participación de las mujeres en tomas de decisiones, porque, en palabras de Vidalina, “las mujeres somos fuerza, somos poder, somos transformación”.

Material versión radio por Krissia Girón