Las Dignas, Colectiva Feminista y otras organizaciones de mujeres exigieron a inicio de semana investigar presuntos casos de acoso sexual revelados por la Agencia de Noticias “La Voz de la Diáspora”. La persona señalada es el director de noticias de una conocida empresa televisiva afín al gobierno de turno.
Las organizaciones feministas también demandaron que se investigue a la cuenta de twitter llamada “Brozo”, desde la cual se atacó a las periodistas que publicaron las denuncias.
Tras el pedido de las organizaciones, algunos medios informaron que Fiscalía ha iniciado una investigación en los casos de acoso sexual, lo cual es positivo. Sin embargo, no se dice nada sobre el acoso digital de “Brozo” contra las periodistas de “La Voz de la Diáspora”.
La referida omisión fiscal llama la atención. ¿Quién es “Brozo”, quién lo protege o a sueldo de quién trabaja este sujeto, para que Fiscalía no abra una investigación en su contra? ¿Qué impide procesar a una persona que se esconde en el anonimato para calumniar y difamar a periodistas, especialmente a mujeres?
Es llamativo que desde esa cuenta “Brozo” se hayan originado tantos “linchamientos digitales” contra personas que informan o expresan opiniones críticas sobre Nayib Bukele, antes y ahora que es Presidente.
La Fiscalía debería actuar de oficio, como supuestamente lo hace ya con la denuncia de acoso sexual; pero como no lo hace, las organizaciones deberían presentar una aviso para que también investigue los ataques digitales de “Brozo”.
Antes de las organizaciones feministas, la Mesa de Protección a Periodistas hizo el mismo llamado público a la Fiscalía: investigar a los acosadores sexuales en los medios y al acosador digital “Brozo”.
El acoso y “linchamiento digital” en redes sociales violentan la Ley de Delitos Informáticos y Conexos, tratados internacionales y los estándares de libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que el Estado salvadoreño está obligado a cumplir.
Esperemos, pues, que Fiscalía actúe y, si no, que la población decente y honrada presione. Los difamadores en redes sociales y acosadores digitales deben ser llevados ante la justicia a dar cuenta de sus actos.
En este espacio editorial abogamos por un debate público abierto, transparente y respetuoso, con argumentos y que nadie se esconda cobardemente en el anonimato para difundir chambres o información falta y para calumniar o difamar.