El doctor en sociología y profesor de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, Juan Marco Vaggione, sostuvo que «la laicidad es que se pueda ejercer la política como algo distinto a lo religioso».
Durante su reciente visita a El Salvador, el especialista conversó con nuestra Red, en el programa Voces en Contacto, en el que afirmó que «gran parte de ese entramado moral de las iglesias y sectores más conservadores tienen que ver con sujetar a la mujer». «El cuerpo de las mujer se transforma en el campo de disputa de los patriarcas del Estado y de las religiones», apuntó.
Vaggione explicó que la historia de la región está caracterizada por la relación entre Estado y la iglesia. «Los Estados han asumido la doctrina católica para sentar las reglas legales respondiendo a esa moral católica».
Asimismo, consideró que «los moralismos» son sistemas de regulaciones que vienen de entramados a veces médicos, científicos, religiosos que biologizan los cuerpos. «Como defiende la iglesia católica, como si el objetivo de la sexualidad fuera la reproducción. Lo que terminan haciendo es esconder esas relaciones de poder» , dijo.
Los movimientos feministas y de derechos de la población LGBTI buscan hacer visible las consecuencias de la regulación de los cuerpos sobre las normas legales dictadas desde la perspectiva religiosa. «Siempre las democracias, antes del impacto de estos movimientos, habían asumido que las relaciones de género, que las relaciones sexuales eran parte de la vida privada, como si lo privado quedara fuera de lo político», sostuvo.
Para el sociólogo en el momento actual de lucha de los movimientos feministas y LGBTI es «único» que, si bien tiene marchas y contramarchas, no «tiene retorno».
Vaggione propuso que hay que repensar las formas de regular los cuerpos.
Sobre el tema de la demanda de despenalización del aborto sostuvo que éste es un proyecto de autonomía, de libertad de puralismo y es lo que se necesita seguir reflexionando.
«No es solo cambiar un sistema legal que permita que ciertas conductas no sean penalizadas, sino también lo que estamos tratando de desmontar es un sistema patriarcal, conservador, donde las mujeres tienen asignado un rol en la familia, en la reproducción, en lo privado, donde el miedo de ciertas jerarquías religiosas y políticas es que la mujer se libere «, reflexionó.
El docente argentino planteó que «la religión es ponerse en el lugar del otro, lo que me preocupa es cuando la religión se instrumentaliza para el odio. No hay nada más ajeno a todas las religiones», concluyó.