La temprana renuncia de los comisionados de Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) en representación del gremio periodístico y la necesaria apertura de un nuevo proceso de elección, representan una valiosa oportunidad a Casa Presidencial para rectificar.
Tal como pidió ayer la Mesa de Protección a Periodistas, CAPRES debe convocar a otro proceso que sea transparente, abierto al escrutinio público, participativo y en estricto apego a la legalidad, respetando cabalmente las disposiciones de la LAIP y su reglamento.
Los ex comisionados propietario y suplente, Juan Carlos Turcios y Mauricio Funes -además de no cumplir con el perfil de idoneidad e independencia- fueron designados por el Presidente Nayib Bukele en un proceso cuestionado, oscuro, irregular y sospechoso, el cual generó el rechazo generalizado del gremio periodístico, instancias académicas y organizaciones de la sociedad civil.
El criticado proceso también dejó fuera a la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), la principal gremial de periodistas, que había solicitado una prórroga para que sus participantes pudieran reunir la documentación requerida.
Pero CAPRES tiene ahora la posibilidad de reivindicarse realizando una verdadera elección que permita la participación de todas las asociaciones de periodistas, asegure el debido proceso y elija a las personas más idóneas para el importantísimo rol de comisionados/as del IAIP.
Un elección democrática, abierta e incluyente sería un enorme aporte presidencial a la promoción y vigencia del acceso a la información, la transparencia, la rendición de cuentas públicas y la lucha contra la corrupción.
Ojalá que también la ciudadanía se involucre en este proceso, pues -al estar en juego derechos derechos de todas/os- no corresponde solo al gremio de periodistas y comunicadores/as. Los temerarios acontecimientos del pasado domingo 9 de febrero son una vehemente exhortación a fortalecer la institucionalidad del país, especialmente de aquellas entidades como el IAIP que tienen un rol fiscalizador y contralor.
Para contener posibles aspiraciones dictatoriales del Presidente Bukele se necesita un IAIP fortalecido, una PDDH activa, una Sala Constitucional vigilante y una Fiscalía realmente independiente. Por tanto, la procura de estos objetivos debe ser tarea prioritaria para toda la población democrática.