Son notorias algunas coincidencias discursivas y fácticas entre la Fiscalía y Casa Presidencial, las cuales provocan la lógica sospecha de un posible “alineamiento” de Raúl Melara con la estrategia política de Nayib Bukele en busca de la reelección ante una eventual mayoría legislativa de Nuevas Ideas (NI).
Una está relacionada con la captura de algunos ex funcionarios, un ex dirigente político y un empresario acusado de evasión tributaria, contra quienes el Presidente Bukele ha despotricado o los considera adversarios políticos. Se trata de los ex ministros de Defensa David Munguía Payés y Atilio Benítez, el ex presidente del COENA Gustavo López y el representante legal de una maquila propiedad de Javier Simán, presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
Al margen de la responsabilidad o no de las personas detenidas (que será determinada por los tribunales de justicia), llama la atención que todos tienen en común la animadversión presidencial, especialmente López y Simán, con quienes Nayib Bukele ha tenido fuertes confrontaciones.
Además, es curioso que las diligencias fiscales sucedieron mientras el Presidente trataba de desviar la atención de la opinión pública ante la interpelación de su ministro de Defensa en la Asamblea Legislativa.
La segunda coincidencia Fiscal General-Presidente Bukele tiene que ver precisamente con la interpelación del ministro Francis Merino Monroy. Secundando la narrativa oficial que niega la responsabilidad del jefe militar en el intento de golpe contra la Asamblea el pasado 9 de febrero, el Fiscal General declaró que “no se cometió ningún delito” durante la toma presidencial del palacio legislativo.
Aun cuando -según expertos- lo actuado por el mandatario el 9F podría constituir actos arbitrarios, sedición y otros delitos de lesa patria, el Fiscal Melara sólo ve “excesos” y “no encuentra elementos suficientes para imputar un delito”.
Semejante postura del encargado de defender la legalidad, el estado de derecho y los intereses de la sociedad, podría deberse al interés del Fiscal de “coquetear” con Bukele y NI, partido favorito en todas las encuestas para ganar las elecciones legislativas del próximo año y que junto con los aliados del gobierno (GANA, PCN, CD) podría alcanzar mayoría parlamentaria.
Sí esto fuera así, tendríamos, entonces, a un Fiscal General en campaña, dispuesto a dejar impunes los hechos del 9F con tal de lograr su reelección en el cargo.