Detrás de la narrativa gubernamental sobre la reducción de los asesinatos, se esconde un incremento exponencial de las desapariciones. Según datos de la Fiscalía General de la República (FGR), citados por el “Observatorio de Seguridad Ciudadana de las Mujeres”, en el año 2020 hubo un total de 1,541 personas desaparecidas, de las cuales el 37%, es decir 572, son mujeres.
Esta condenable realidad ha sido negada o minimizada por las autoridades de Seguridad Pública y por el propio presidente Nayib Bukele. Por ejemplo: el ex ministro Rogelio Rivas dijo que esos desaparecidos son personas que andan por ahí y pronto aparecen; mientras que el secretario de prensa de la Presidencia, Ernesto Sanabria, arremetió contra FESPAD y otras organizaciones de derechos humanos que este día realizaron un foro público para hablar sobre este problema.
El Ejecutivo, sin embargo, ha tenido que reconocer que entre el 1° de enero y el 21 de marzo de este año registró 397 casos de personas “sin paradero”.
Pero, ¿por qué el gobierno se empeña en ocultar las desapariciones? ¿Son las desapariciones los asesinatos no reportados como tales? Si esto es así, significa que la cacareada reducción de homicidios y el publicitado “Plan Control Territorial” son un engaño y una mentira propagandística difundida para que el oficialismo ganara votos en las elecciones del 28F.
A esto suma que la reducción de asesinos posiblemente se deba a una negociación inconfesada de la administración Bukele con las pandillas, más que a la supuesta efectividad del plan de seguridad gubernamental.
En septiembre del año pasado, El Faro publicó que el actual gobierno llevaba más de un año negociando con una de las pandillas la reducción de asesinatos y apoyo electoral, mostrando como evidencia documentos oficiales del sistema penitenciario. Bukele y sus acólitos arremetieron contra el referido periódico digital, pero no lograron desvirtuar las pruebas presentadas.
Por eso ojalá más temprano que tarde la población vaya descubriendo toda esa farsa gubernamental y se movilice para exigir transparencia, verdaderas políticas de seguridad ciudadana y acciones urgentes frente a las desapariciones.
En este espacio editorial exigimos respuestas a todos los funcionarios responsables: al nuevo ministro de Seguridad, al director de la Policía, al Fiscal General y al presidente Bukele, ¿dónde están las personas desaparecidas?
Esperamos respuestas, no insultos y descalificaciones. Ante los cuestionamientos de la prensa y la ciudadanía, los funcionarios deben plantear argumentos, datos e informes sobre acciones, planes, estrategias, proyectos y políticas, en vez de ataques en redes sociales.
Ojalá que así sea.