El discurso del presidente Bukele ante la Asamblea Legislativa dominada por su partido fue calificado como un acto político y no de rendición de cuentas. Diversas organizaciones señalan que la falta de transparencia y los señalamientos por actos de corrupción han marcado la gestión Bukele.
Por Red Informativa de ARPAS/Foto: Casa Presidencial
El presidente Nayib Bukele presentó el informe de su segundo año de gestión ante la Asamblea Legislativa. Los diputados y diputadas -mayoritariamente oficialistas- lo recibieron entusiastas, actuaron como “coro de aplausos” y hasta hicieron el juramento solicitado por el mandatario de defender “las nuevas conquistas”.
El ambiente fue totalmente distinto al del 9 de febrero de 2020, cuando Bukele irrumpió en el Parlamento acompañado de militares y policías; y del 1o. de junio del mismo año, cuando el mandatario no acudió a rendir cuentas ante la mayoría opositora de la anterior legislatura porque -según dijo- prefería “no perder el tiempo dando discursos” y porque era “más importante atender la pandemia”. Esta vez, su ex secretario privado que ahora es el presidente legislativo, Ernesto Castro, hasta le pidió inaugurar la sesión plenaria.
Como era esperable, el gobernante destacó como principales logros la reducción de los asesinatos y el buen manejo de la pandemia. Lo demás fue un discurso dirigido a sus seguidores que, desde luego, incluyó ataques a sus oponentes. El mandatario evitó referirse a los señalamientos de corrupción contra varios de sus funcionarios, a las denuncias de violaciones a la libertad de expresión e información y a las críticas por su confrontación con Estados Unidos.
Bukele afirmó que su gobierno ha desplazado del poder estatal las élites oligárquicas que históricamente fueron el poder fáctico en país y anunció un “quinto paso” que consiste en disputar el aparato ideológico a la oligarquía, sin especificar las acciones concretas que esto implica. Organizaciones ciudadanas creen que el mandatario podría arremeter más fuerte contra medios críticos, ONGs que considere opositoras y hasta convocar a una asamblea constituyente.
Organizaciones y movimientos sociales desaprueban gestión presidencial
Previo al discurso presidencial, la Coordinadora Salvadoreña de Movimientos Populares reprobaron la gestión gubernamental, señalando el excesivo incremento del endeudamiento público, la falta de atención al deterioro ambiental y a la crisis del agua, la falta de acceso a la información y rendición de cuentas, el mal manejo de fondos públicos durante la pandemia y la ausencia de políticas de protección a las mujeres y a las juventudes.
La falta de acceso a información y violaciones a la libertad de expresión también fueron señaladas por la Red por el Derecho a la Comunicación (ReDCo). Esta espacio también criticó al gobierno por instalar “un enorme aparato propagandístico financiado con dinero público” y utilizar la publicidad estatal como “premio o castigo” a los medios de comunicación.
Según la ReDCo, Bukele pretende imponer su discurso único como verdad absoluta en el imaginario social.
La organización CRISTOSAL también hizo público un informe crítico del segundo año de la administración Bukele, destacando la destitución de los magistrados de la Sala Constitucional y del Fiscal General, por la Asamblea de Bukele, el pasado 1o de mayo.
Reporte_de_DDHH_1M2021-CristosalAsí mismo, la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) publicó un balance de la gestión presidencial, en la que señala graves retrocesos en materia institucional y democrática.
Informe-A-dos-anos-de-la-administracion-de-gobiernoTambién las juventudes
La organización “Los Siempre Sospechosos de Todo”, utilizando un performance como forma de comunicación, también protestó contra el populismo y autoritarismo presidencial y las acciones de la bancada parlamentaria oficialista.
