Integrantes de organizaciones sociales protestaron ayer contra la implementación del Bitcoin y exigieron a la Asamblea Legislativa la derogación de la ley que dará curso legal a la criptomoneda en el país a partir de septiembre próximo.
La cuestionada normativa fue aprobada el pasado 9 de junio, en forma exprés, sin ningún debate técnico y sin consultar a la población, tal como hace veinte años fue aprobada por la derecha parlamentaria la Ley de Integración Monetaria que eliminó al Colón e impuso al dólar como moneda nacional.
La mayoría oficialista se niega a revertir dicha ley, a pesar de las críticas de los expertos, el rechazo de organismos financieros internacionales y de la oposición de la mayoría de la gente, confirmada por una encuesta reciente de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
Según el sondeo publicado la semana pasada, el 77.5% de la población considera “nada o poco acertada” la decisión del presidente Nayib Bukele de imponer el Bitcoin y sólo el 19.4% la valora como “acertada o muy acertada”. De igual forma, el 64% “no estaría dispuesto a recibir su salario en Bitcoin” y sólo el 16.5% recibirá el pago de su sueldo en la criptomoneda.
De las personas comerciantes, el 67.14% no aceptaría Bitcoin y solo el 24.29% lo recibiría; mientras que de las personas receptoras de remesas, el 82.8% prefiere dólares y apenas el 5.3% el Bitcoin. El 90% de la gente cree que el dólar es mejor para la estabilidad de la economía familiar y solo el 1% cree que sus ingresos o patrimonio estarían mejor resguardados con el Bitcoin.
En relación a quién favorece la “Ley del Bitcoin”, el 40.4% cree que favorece “a los grandes empresarios”, el 14.8% “a empresarios extranjeros”, el 13.1% “al país en general”, el 11.2% “a las finanzas del gobierno” y el 6.5% “a la familia Bukele”.
Finalmente, preguntada sobre cómo se siente con la decisión de Bukele de implementar el Bitcoin, el 48.7% siente incertidumbre, el 29% se siente con temor y sólo el 19.8% está optimista.
Así que enhorabuena esta primera protesta contra el Bitcoin, esperemos que más personas se vayan sumando a esta resistencia necesaria. Ojalá que también la población empiece a protestar contra el endeudamiento público, el cierre del acceso a la información, el autoritarismo, la militarización de la seguridad y demás políticas equivocadas de este gobierno.
Ojalá que así sea.