//Víctimas y organizaciones a Bukele: los Acuerdos de Paz no son una farsa

Víctimas y organizaciones a Bukele: los Acuerdos de Paz no son una farsa

Por Red Informativa de ARPAS/Foto: Diario Colatino

Este 16 de enero se recuerda la firma de los Acuerdos de Paz, documentos históricos con los que se puso fin a la guerra de 12 años en el país. La conmemoración de este 2022 estuvo marcada por la negación del gobierno de la importancia de estos documentos y la derogación de la fecha como conmemoración oficial.

Frente a esto, organizaciones populares y familiares de víctimas de la guerra marcharon en San Salvador para recordar que los Acuerdos de Paz no fueron una farsa, como afirma el presidente Nayib Bukele y su administración.


La movilización partió del Parque Cuscatlán y estuvo encabezada por familiares de víctimas quienes hicieron énfasis en la necesidad de preservar la memoria histórica. “Exigimos que se abran los archivos militares”, dijo madre Sofía Hernández. Su exigencia es para conocer dónde están sus familiares que desaparecieron en la guerra.

Familiares de víctimas encabezaron la movilización popular de este 16 de enero.

Las organizaciones populares recordaron que los Acuerdos de Paz permitieron la creación de instituciones democráticas, entre ellas la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, el Tribunal Supremo Electoral, la Policía Nacional Civil. “Muchas de las instituciones creadas por los Acuerdos de Paz están sufriendo retrocesos”, afirmó Morena Murillo, integrante de la Coordinadora Salvadoreña de Movimientos Populares.

Otra de las decisiones que también atenta contra el espíritu de los Acuerdos de 1992 es la violación a la independencia judicial, afirmó el juez Juan Antonio Durán. Desde el 15 de septiembre de 2021 jueces y magistrados se movilizan junto a las organizaciones populares para denunciar la imposición de las acciones del gobierno y la Asamblea Legislativa dominada por el partido Nuevas Ideas.

La movilización popular finalizó en el centro de San Salvador donde se realizó un acto político para expresar el descontento de las organizaciones y víctimas a la negación de la importancia de los Acuerdos de Paz por parte del presidente Nayib Bukele. “No queremos que nuestros hijos, nuestros nietos, vivan lo que nosotros vivimos. Por eso estamos aquí las madres”, expresó la madre Sofía Hernández.

Retenes, la estrategia para detener la movilización

Desde la noche del sábado 15 de enero, organizaciones denunciaron la instalación de retenes policiales y militares en diferentes puntos de San Salvador.

A tempranas horas de este domingo los retenes se ampliaron y agentes de la Policía Nacional Civil realizaban inspecciones a las unidades que entraban a la capital.

Al norte de San Salvador, sobre Carretera Troncal del Norte, cuatro autobuses fueron retenidos, las personas que dirigían a la movilización no pudieron llegar dado que la PNC no les permitió avanzar.

Las personas que se dirigían a la movilización no pudieron llegar debido al retén instalado por militares y policías. Video: Cortesía.

Naciones Unidas destaca la importancia de la firma de la paz

En el marco de la conmemoración del 30 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz, el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, destacó la importancia de estos documentos con los que se puso fin a la guerra de 12 años en El Salvador.

La ONU fue la mediadora para concretar el cese al fuego.

El presidente sigue rechazando la memoria

En el día en que las víctimas recuerdan la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a la guerra, el presidente Nyib Bukele, sancionó el decreto que deroga dicha conmemoración y lo establece, en adelante, como “Día nacional de las víctimas del conflicto armado”.

Esta decisión aprobada en la Asamblea Legislativa, por iniciativa del gobierno, ha sido duramente rechazada por considerarse como un “capricho de un grupo de poder”, como señaló hoy José Posada, de la Coordinadora Salvadoreña de Movimientos Populares.

El documento de los Acuerdos de Paz firmados el 16 de enero en el castillo de Chapultepec, México, por el gobierno y la guerrilla, contienen nueve capítulos que recogen los principales consensos a los que las partes llegaron en 1992.

La guerrilla y el gobierno acordaron, entre otros, el cese de hostilidades y un cambio en la institucionalidad del país, principalmente en los cuerpos de seguridad.