El gobierno de Nayib Bukele actúa en contra sentido con el acceso a la información y la rendición de cuentas: eliminó la Secretaría de Transparencia que -con sus luces y sombras- promovía la aplicación de la LAIP; no designó al “Comisionado para la Probidad” (propuesto por la oposición) que prometió; y la CICIES que instaló tampoco es la que ofreció en su campaña electoral.
Pero no solo eso. Este gobierno ha emprendido acciones que debilitan la credibilidad y efectividad del Instituto de Acceso a la Información Pública: en apenas ocho meses transcurridos de la administración Bukele se registran -al menos- tres hechos que constituyen verdaderos atentados contra la institucionalidad del IAIP.
El primero es la filtración de datos privados de quienes solicitan información pública: por petición de Casa Presidencial, el IAIP filtró información personal de quienes utilizan el mecanismo de acceso a información gubernamental. Significa que el gobierno hizo que la instancia protectora de los datos personales se convirtiera en violadora de este derecho ciudadano. Vale decir que, probablemente, esto ya sucedía en el gobierno anterior y el de Bukele continuó con esta práctica abusiva e ilegal.
El segundo es el desacato sistemático de resoluciones del IAIP por parte de funcionarios del Ejecutivo. El caso más emblemático es el del tristemente célebre Director de Centro Penales, Osiris Luna, que se negó a revelar quién pagó su viaje a México en un avión privado. Bukele defendió y justificó a Luna, incluso en su decisión de desobedecer al IAIP.
Y el tercero es un golpe en curso. Se trata de la elección fraudulenta del comisionado o comisionada del IAIP en representación del gremio periodístico, que estaría consumándose al final de esta semana. CAPRES ha dejado fuera del proceso a la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), la entidad gremial más antigua y representativa de los/as periodistas y comunicadores/es del país.
A fin de realizar un proceso más participativo y transparente, la Asamblea General de la APES solicitó una prórroga para presentar sus ternas de candidatos/as, pero ésta fue rechazada por el gobierno. Urgida de “cambiar la correlación en el IAIP” para evitar nuevas resoluciones en su contra, la administración Bukele ha decidido violentar la LAIP y su Reglamento, eligiendo únicamente con las ternas presentadas por dos asociaciones cuyos candidatos -en su mayoría- incumplen los requisitos legales y el perfil de idoneidad (algunos no tienen título universitario, otro no tiene la edad requerida, otro es empleado del gobierno, etc.)
Es probable que la exclusión de APES también se deba a su postura crítica frente los atropellos contra la libertad de expresión y de prensa cometidos por el gobierno y el propio Presidente Bukele, o por denunciar abusos laborales y agresiones sexuales en medios afines a Casa Presidencial.
Lo anterior indica que la institucionalidad del IAIP corre grave peligro; y representa un llamado a la acción de toda la ciudadanía democrática que promueve la transparencia, exige rendición de cuentas y lucha contra la corrupción.
No debemos permitir un nuevo atentado contra el IAIP.