Esta semana finalizaron en la Asamblea Legislativa las interpelaciones del presidente de ANDA y la ministra de Salud, Frederick Benítez y Ana Orellana Bendek, por la problemática del suministro de agua contaminada en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS). A continuación planteamos algunas valoraciones al respecto.
1. Las referidas interpelaciones confirmaron la irresponsabilidad e incompetencia de dichos funcionarios, especialmente del presidente de ANDA, quien no supo responder las preguntas de los diputados, se excusó en sus antecesores en el cargo y mostró falta de seriedad en este procedimiento parlamentario que tiene asidero constitucional.
2. El papel de los diputados de GANA, PCN y otros legisladores afines al Presidente Bukele fue bochornoso: se olvidaron de su rol de interpeladores de los titulares del Ejecutivo y asumieron el papel de “coro de aplausos”, lo cual constituye una grave omisión e incumplimiento de sus deberes.
3. Independientemente de lo que solicite la Asamblea, es procedente la destitución de estos funcionarios, especialmente del presidente de ANDA. Ambos mostraron falta de capacidad, responsabilidad y sensibilidad para la función que desempeñan, confirmando algo que parece cada vez más evidente en el gabinete de Bukele: la falta de experiencia e idoneidad de la gran mayoría de ministros/as, viceministros/as, titulares de entidades autónomas y otros funcionarios.
4. La Asamblea Legislativa tiene ahora el imperativo moral, ético y político de aprobar cuanto antes de la Ley General de Agua, para mostrar que su interés por la solución a la problemática de los recursos hídricos es real. Si no lo hacen, la interpelación de los titulares de ANDA y MINSAL habrá sido sólo una jugarreta política contra el Ejecutivo y un show hipócrita frente a la población que sufre la falta de agua suficiente y de calidad.
5. Hablando de interpelaciones, la Asamblea ahora debería interpelar también a los ministros de la Defensa y de Seguridad Pública, Director de la Policía Nacional Civil (PNC) y demás funcionarios que participaron en el asalto militar y policial a las instalaciones legislativas, encabezado por el Presidente Bukele, el pasado 9 de febrero. Toda la ciudadanía democrática debería exigirlo.
Ojalá que así sea.