La Mesa de Protección a Periodistas y la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) alertan sobre las crecientes, reiteradas y sistemáticas vulneraciones a la libertad de expresión e información en el país, que representan claras señales del deterioro democrático.
En sendos comunicados publicados esta mañana, las organizaciones defensoras de la libre expresión y la gremial periodística llaman la atención sobre ataques digitales contra periodistas y medios críticos, restricciones al acceso a información y -últimamente- el cierre de programas de información y análisis a fondo sobre la realidad nacional.
Entre estos espacios cerrados está FOCOS, una tele-revista de abordaje a profundidad de temas de la coyuntura nacional e internacional que se transmitía en Canal 33 y fue sacada del aire intempestivamente y “sin posibilidad de negociación”, según denunciaron públicamente sus conductores.
Para la Mesa esto “constituye una violación a la libertad de prensa, al derecho ciudadano de información y al ejercicio del periodismo independiente”. “Es un acto de censura que dispara las alarmas sobre graves retrocesos en libertad de expresión, derechos humanos y democracia”, expresa el comunicado de este espacio de organizaciones pro-libertad de expresión.
La Mesa también denuncia “exclusión de la pauta publicitaria de los medios no alineados con la narrativa gubernamental” y presiones ilegítimas a empresas mediáticas para cerrar espacios informativos y de debate crítico sobre la situación del país”.
Por su parte APES, en un pronunciamiento de su Relatoría de Libertad de Expresión, advierte que la descalificación, estigmatización y expresiones de intolerancia hacia periodistas y medios podrían pronto derivar en violencia física.
El comunicado titulado “Vienen días oscuros para la libertad de expresión y de prensa”, señala la “consolidación de un único discurso mediático que no siempre se apega a la verdad y que, además, promueve intolerancia total hacia la crítica y estigmatiza a la prensa independiente”.
Por eso, la Mesa y APES piden a la ciudadanía salvadoreña y la comunidad internacional “poner atención a lo que sucede en el país con la libertad de expresión e información y hacer todo lo necesario para evitar el peor de los escenarios: la instalación plena de un régimen autoritario”.
En este espacio editorial respaldamos el llamado de la Mesa y APES, secundamos la denuncia sobre el irrespeto gubernamental a la libertad de expresión y exigimos a las demás instancias estatales a garantizar este principio central de la democracia, sobre todo a la Fiscalía que investigue tales vulneraciones y a la Asamblea Legislativa (saliente y entrante) que apruebe las normativas urgentes sobre protección integral a periodistas y publicidad estatal que ya están en el debate parlamentario.
Porque la libertad de expresión es prioridad, ojalá que así sea.