Por Red Informativa de ARPAS/ Fotografía Archivo
En 2020 se registraron 12,982 embarazos en niñas y adolescentes entre 10 y 19 años, de los cuales 503 pertenecen a menores de 14 años. Pese a que las cifras reflejan una reducción con respecto a 2019, todavía 1 de cada 4 embarazos en El Salvador ocurren en este sector poblacional.
Durante 2019, las autoridades contabilizaron el embarazo de 554 niñas entre 10 y 14 años y 14,716 embarazos en el grupo de 15 a 19 años. Los departamentos con tasas más altas en el rango de 10 a 14 años fueron Morazán, La Libertad y Ahuachapán.
Los datos presentados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en el documento “Llegar a cero embarazos en niñas y adolescentes. Mapa El Salvador 2020”, muestran además que en 2019 un total de 3,456, niñas de 0 a 11 y 6,760 adolescentes entre 12 y 17 años fueron víctimas de amenazas o vulneraciones a derechos.
De acuerdo con información del Instituto de Medicina Legal (IML), los casos de violencia sexual en los que se realizaron peritajes y en los que el agresor era un familiar, tuvieron un incremento del 24 % en 2019 a un 30 % en 2020. Es decir, los agresores son personas cercanas a las niñas y adolescentes.
Para el UNFPA el embarazo adolescente está relacionado con diversos temas como: pobreza, acceso a educación y servicios diversos, violencia sexual, entre otros.
Entre las principales consecuencias del embarazo en niñas y adolescentes se encuentra la deserción escolar, riesgos en la salud, siendo la más grave la mortalidad materna. Esta última, en 2020 aumentó a 8 en relación a 2018 y 2019 cuando se registraron 4 y 1 caso, respectivamente.
De acuerdo con el UNFPA la reducción de los embarazos en niñas menores de 14 años de edad es más lenta que en las adolescentes de 15 a 19 años. Detrás de estos embarazos, hay situaciones de violencia sexual, aseguran. El abordaje de la violencia sexual hacia las mujeres, las niñas y las adolescentes sigue siendo un tema que requiere una atención especial de acuerdo a la instancia de ONU.
Ante el panorama, el UNFPA recomienda enfocar los esfuerzos programáticos y presupuestarios nacionales para prevenir el primer embarazo en la adolescencia, con énfasis especial en las niñas menores de 14 años de edad, la violencia sexual y las uniones tempranas en los territorios que presentan tasas persistentes.
Fortalecer las capacidades del personal de salud para la consejería en la prevención del embarazo y para la atención adecuada y oportuna de las adolescentes embarazadas, difundir información científica y de fácil comprensión que facilite el acceso adecuado y el uso correcto de métodos anticonceptivos, son otras de las recomendaciones que hace esta instancia de Naciones Unidas para nuestro país.