Molesto por el rechazo ciudadano a la intención arenera de privatizar el agua, el flamante presidente de la Asamblea Legislativa, Norman Quijano, preguntó qué más debe hacer su partido para desmentir la denuncia que persiste a pesar de las reiteradas declaraciones de ARENA sobre que no busca privatizar el vital líquido.
Al terminar la misa donde el Arzobispo José Luis Escobar Alas reiteró el reclamo a los partidos de derecha, Quijano preguntó si debe decirlo también “en ruso o en chino”, para que nadie más diga que su partido quiere privatizar el agua.
El partido oligárquico ha negado varias veces la privatización del agua: su candidato presidencial Carlos Calleja propuso una rectoría pública de las políticas del agua, y sus diputados en la Comisión de Medioambiente y Cambio Climático juraron que no la privatizarán.
Sin embargo, siguen apoyando la propuesta de ley presentada por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y rechazan la que promueve la Iglesia Católica, la UCA, la PDDH y la Alianza contra la Privatización del Agua, que plantea la integración de un ente rector de políticas hídricas totalmente público.
Y ésa es la prueba más contundente de que ARENA quiere privatizar el agua: apoya una ley privatizadora que pretende entregar el vital líquido al afán lucrativo de los mercaderes, creando un ente rector controlado por la ANEP. Ese hecho es el que cuenta, no las declaraciones falaces de diputados y del aspirante presidencial arenero.
Así que se necesitan hechos, no palabras. No más declaraciones demagógicas, señor Quijano. Si quiere que la gente crea que usted y sus secuaces en la Asamblea no buscan privatizar el agua, retiren la propuesta de ANEP y aprueben la que plantea un ente rector totalmente público.
Ojalá, entonces, que el colérico presidente legislativo no pretenda decirnos “en ruso o en chino” que su partido no va a privatizar el agua, sino que mejor tire al basurero la ley de ANEP y abrace la que propone el pueblo salvadoreño.
Y mientras no lo haga, toda la población debe seguir señalando a ARENA como el principal promotor de la privatización del vital líquido, en contubernio con los demás partidos de derecha que le acompañan en la alianza electoral de Calleja y Carmen Aída Lazo.