Varias diputadas del oligárquico partido ARENA aparecen en un spot, que se difunde en canales de televisión y redes sociales digitales, donde se presentan como víctimas de actos de violencia contra la mujer.
Junto a las parlamentarias conservadoras aparece la dupla presidencial de la alianza de derecha (ARENA-PCN-PDC) Carlos Calleja-Carmen Aída Lazo. Se trata, pues, de una pieza de propaganda electoral aprovechado el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Sin embargo, el mayor problema del mensaje arenero es la doble moral de las diputadas, en relación a la violencia contra la mujer: se dicen víctimas de expresiones misóginas en internet, pero ellas violentan aún más gravemente a otras mujeres.
Estas diputadas areneras se oponen a la despenalización del aborto en caso de violación sexual, malformaciones congénitas y para salvar la vida de la madre. Ellas denuncian la violencia contra la mujer, pero le niegan a las mujeres el derecho a decidir sobre su propio cuerpo.
La prohibición total del aborto manda a la cárcel hasta por cuarenta años a mujeres pobres que tienen abortos accidentales, pero para las indignadas legisladoras de la derecha oligárquica eso no es violencia contra la mujer.
Atendiendo al lobby de iglesias y organizaciones conservadoras, las susodichas parlamentarias también se oponen a incorporar en el currículo escolar la educación sexual y reproductiva, que reduciría el numero de embarazos en niñas y adolescentes. ¿No es esto violencia contra la mujer?
Estas paladinas de los derechos de la mujer también cuestionan toda propuesta de ley que proponga regular contenidos mediáticos para proteger la salud mental de la niñez y evitar mensajes de violencia simbólica contra la mujer.
Permitir la difusión de estereotipos sexistas o publicidad que presenta a la mujer como objeto sexual es violencia contra la mujer, señoras y señoritas diputadas de ARENA. ¿Por qué rechazan la propuesta de ley de espectáculos públicos y la de prevención de la violencia?
Desde donde se vea, a las diputadas areneras les queda chiquito lo de “víctimas de violencia contra la mujer”. O son, en todo caso, víctimas y victimarias.
Si las protagonistas del spot arenero son víctimas de violencia, hay de condenarlo. Pero, también hay que señalarlas como victimarias de las mujeres; por las razones antes dichas y porque avalan medidas neoliberales que excluyen a la mayoría de mujeres salvadoreñas, acto de violencia estructural que condena a las mujeres a la pobreza, desempleo, salarios precarios, etc.