ASDER debe modernizarse, civilizarse y asumir una postura democrática
La Prensa Gráfica (LPG) rectificó ayer una noticia falsa que había publicado en su edición del pasado 6 de marzo, en la que vinculaba erróneamente al presidente y al director ejecutivo de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) con supuestos delitos de corrupción.
La “nota periodística” señalaba sin pruebas a Felipe Rivas y a Manuel Serrano, funcionarios de dicha entidad autónoma, de favorecer con contratos públicos a empresas de las cuales ellos eran también accionistas.
En su rectificación de ayer, el periódico cuyo slogan es “noticias de verdad” se da golpes de pecho por haber mentido. “El miércoles 6 de marzo, en las páginas 11 y 12, publicamos información inexacta, por lo que nos vemos obligados a rectificar”, dice, en su aclaración; y admite que “lastimosamente la información no fue totalmente verificada ni respaldada”.
El periódico vinculado, a la derecha oligárquica, hace alarde de cumplir cabalmente con la Ley de Rectificación y Respuesta”, otorgando a la nota de rectificación los mismos espacios dados a la nota falsa.
Enhorabuena que LPG rectifique y reivindique una ley que antes rechazó y vilipendió. El periódico conservador fue parte del coro mediático encabezado por ASDER (Asociación Salvadoreña de Radiodifusores) que se oponían a la aprobación de esta normativa orientada a regular el derecho de rectificación y respuesta reconocido en el Artículo 6 de la Constitución.
Así que, ojalá, el cumplimiento de la Ley de Rectificación y Respuesta por la LPG fuera una señal de cambio en el bloque de medios de derecha que, para mantener su impunidad, todavía repite que en el ámbito mediático “la mejor ley es la que no existe” porque cualquier ley podría violentar la libre expresión.
Esta frase la pregonaba Tony Saca, ex presidente de ASDER y del último gobierno de ARENA preso por corrupción, para rechazar cualquier propuesta de regular aspectos mediáticos. Y, ahora que está en debate una propuesta de Ley de Espectáculos Públicos, ASDER nuevamente alega que, en este caso, también “la mejor ley es la que no existe”.
Con este mismo estribillo ASDER y compañía han bloqueado también la aprobación de la Ley de Prevención de la Violencia, que plantea (en su artículo 30) la responsabilidad de los medios de comunicación social en la promoción de la convivencia pacífica y la cultura de paz.
Semejante troglodismo mediático debería ser rechazado por la ciudadanía democrática y toda la población decente, para obligar a ASDER y a los periódicos conservadores a modernizarse, civilizarse y asumir una postura democrática.