Por Red Informativa de ARPAS
Un estudio realizado por la Red de Colectivas Feministas y Mujeres Académicas señala que dentro de la Universidad de El Salvador las mujeres se enfrentan a diversos tipos de violencia, entre estas, económica, política, académica, psicológica, física, patrimonial, simbólica y sexual.
Aproximadamente 9 de cada 10 encuestadas, entre alumnas y trabajadoras, dijo haber sufrido de violencia psicológica. En el listado de tipos de agresiones le siguen la violencia académica, en tercer lugar, la violencia sexual y en cuarto la violencia simbólica, las cuales, según la investigación tiene relación.
Los resultados de la investigación señalan a los docentes y estudiantes como los principales agresores, y que los lugares donde sucedieron estos hechos fueron en cubículos de profesores y aulas de clases.
La facultad de Ciencias y Humanidades es la que reporta el mayor número de casos denunciados de violencia contra las mujeres.
Sin embargo, el 89.2 % de las víctimas señalan que no denunció de manera formal el hecho de violencia por falta de credibilidad en las instituciones.
Sólo un 10.8 % lo hizo ante la Defensoría de los Derechos Universitarios o lo compartió con compañeras y compañeros de clases. En el caso de las denuncias formales, el 55,6 % de agresores fueron absueltos.
Las victimas también relataron a las investigadoras que los agresores que fueron “condenados” sólo recibieron un “llamado de atención”, lo que llevó a que los acosos hacia las denunciantes incrementaran.
De acuerdo a la investigación, los hechos de violencia causaron impactos en la vida de las mujeres, entre los que se encuentran el deterioro de la salud mental, inseguridad, bajo rendimiento académico y discriminación.
A 15 mujeres sobrevivientes de violencia, las personas encargadas de tomar denuncias o dar acompañamiento les sugirieron no denunciar. “El miedo no es solo en las aulas si no en todo el campus y no hay un espacio seguro para hacer la denuncia”, concluye el estudio.
Ante el panorama, las investigadoras recomiendan la creación de una unidad especializada para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres junto a un protocolo de actuación, realizar un mapeo de lugares inseguros para las mujeres en el campus universitario y asignar presupuesto a la prevención de la violencia contra las mujeres.
La investigación se realizó de abril a agosto de 2020 y contó con la participación de 389 mujeres sobrevivientes de violencia.
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