//Vergüenza judicial

Vergüenza judicial

El Juzgado Especializado para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres de Santa Ana suspendió por sexta ocasión (¡¡¡sí, por sexta ocasión!!!) la audiencia preliminar en caso del feminicidio de la joven Fernanda Nájera, ocurrido en enero de 2019, en Ahuachapán.

Es inaudito y totalmente condenable que durante tres años el referido tribunal, a cargo de la jueza Paula Mercedes Henríquez Olivares, ha venido negando en forma sistemática la justicia para la víctima, su familia y las organizaciones feministas que acompañan.

La postergación de la audiencia por la mencionada jueza y la dilatación del caso por el tribunal en cuestión es una absoluta vergüenza judicial que beneficia al victimario y a sus cómplices, revictimiza  a la víctima y constituye una tortura psicológica para sus familiares, especialmente a su madre María de los Ángeles Quezada.

Esta grave irresponsabilidad de la jueza y del mencionado tribunal es sintomática de un sistema judicial salvadoreño que no responde a su obligación constitucional de hacer pronta y cumplida justicia, sobre todo en casos de violencia contra las mujeres.

El hecho también confirma la insensibilidad e indolencia del oficialismo que manda a quitar a jueces que no resuelven como desea el presidente Nayib Bukele o alguno de sus súbditos, pero no dice una palabra sobre la negación de justicia en el feminicidio de Fernanda Nájera ni sobre la afrenta judicial para sus familiares, principalmente su angustiada madre.

El ISDEMU (el otrora Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer) brilla por su ausencia en éste y en todos los casos de feminicidios, desapariciones y demás actos de violencia contra las mujeres. Otras instancias estatales que también tienen competencia en materia de derechos de las mujeres permanecen igualmente inmóviles, incluso la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) tampoco presiona a la jueza y al tribunal en cuestión.

En este espacio editorial nos sumamos a la demanda de justicia por los feminicidios que están impunes; y en el caso de Fernanda Nájera exigimos al Juzgado Especializado para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres de Santa Ana que no siga dilatando la audiencia preliminar y al sistema judicial en su conjunto demandamos pronta y cumplida justicia.