[7:54, 15/11/2018] Leo: (Editorial ARPAS jueves)
Pareciera que una consigna del Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales (MARN) es: “premiar la contaminación”. Esto, porque entre las instancias que recibieron el Premio Nacional de Medioambiente, entregado esta semana en Casa Presidencial, está la empresa cementera Holcim.
También recibieron el reconocimiento entidades públicas, organizaciones no gubernamentales y personas respetables; sin embargo, la mención honorífica de Holcim es cuestionable.
La transnacional suiza opera canteras de cemento, incineradoras de llantas y plantas de tratamiento de residuos tóxicos en Metapán, donde ha causado graves años ambientales, según denuncias de pobladores de la zona y del Centro de Tecnología Apropiada (CESTA).
La empresa galardonada también ha sido denunciada en Costa Rica, Argentina y otros países donde opera. Pareciera, por tanto, que la consigna es galardonar los daños ambientales de corporaciones que operan impunemente.
Esto recuerda la impunidad de otras empresas que dañaron gravemente el ecosistema, la vida de especies y la salud humana. Como “Baterías Record”, cuyos delitos ambientales en Sitio del Niño quedaron impunes: Fiscalía nunca procesó a los dueños de la fábrica y los empleados que fueron enjuiciados terminaron condenados a pagar a los afectados la risible, mísera y ridícula cantidad de 195 dólares.
Otra empresa cuyos daños ambientales y sociales quedaron impunes es Pacific Rim/Oceana Gold. La transnacional canadiense-australiana secó afluentes y causó conflictos sociales en comunidades de Cabañas, mientras exigía al gobierno otorgarle permisos de explotación.
Finalmente la empresa perdió contra el Estado salvadoreño el juicio en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias sobre Inversiones (CIADI) y sus posibilidades de extraer minerales en el país terminaron cuando la Asamblea aprobó la ley prohibitiva de la minería metálica.
Sin embargo, Pacific Rim no se va del país. Sigue operando con la fachada de Fundación El Dorado, quizá esperando que gane las elecciones presidenciales el candidato de ARENA, Carlos Calleja, amigo íntimo de magnate mineros como Frank Guistra.
Baterías Record, Pacific Rim/Oceana Gold y las empresas que -por ejemplo- contaminan ríos y quebradas con desechos industriales, están ahí, impunes. Pero ninguna había sido premiada, y menos por el Ministerio de Medioambiente.
¡Qué vergüenza!
[8:12, 16/11/2018] Leo: Política de Pueblos Indígenas: es mejor tarde que nunca
(Editorial ARPAS viernes)
Presidente Salvador Sánchez Cerén presentó esta semana la Política Pública para los Pueblo Indígenas, la cual incluye acciones de desarrollo social, económico, cultural y ambiental, enmarcadas en el cumplimiento de los derechos humanos y el paradigma del “Buen Vivir”.
El lanzamiento de dicha política sucede a solo seis meses de finalizar el actual gobierno, sin la certeza de que ésta pueda continuarse en el que asuma en junio del próximo año; y esto representa un enorme desafío para las comunidades originarias: que un cambio en el Ejecutivo no signifique retroceder en el reconocimiento de sus derechos.
Así que -aunque tarde- bienvenida la política de pueblos indígenas, que fueron invisibilizados en los gobiernos de ARENA (Recordemos que el partido oligárquico, más bien, hace apología de la masacre de 30 mil indígenas y campesinos perpetrada en 1932, cada vez que inicia sus campañas electorales).
Han sido los gobiernos del ex presidente Mauricio Funes y del actual mandatario Sánchez Cerén únicos en reivindicar los derechos, la historia, cultura y cosmovisión de las comunidades ancestrales del país. Durante este período se aprobó y ratificó una reforma al Artículo 63 de la Constitución que reconoce a los pueblos originarios.
En octubre pasado la Asamblea Legislativa también declaró al municipio de Tacuba, Ahuachapán, “Territorio de Comunidades Indígenas”.
Según el decreto, Tacuba “es pueblo de origen precolombino”, cuyas comunidades poseen un patrimonio cultural derivado de “tradiciones pre-maya y náhuatl”, así como vestigios arqueológicos de hace 2,300 años”. Además, tiene organización propia basada en la visión ancestral, conservan prácticas (en agricultura, educación, medicina y espiritualidad), revitalizan su idioma y mantienen un vínculo con el medioambiente”.
Actualmente, en la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET), está en curso una solicitud de frecuencia para crear la “primera radio comunitaria indígena”, que será operada por las comunidades originarias de Tacuba.
Ojalá, pues, que la política pública presentada por Sánchez Cerén se implemente rápidamente, y que los pueblos indígenas presionen para que ésta se mantengan en el nuevo gobierno.