Lo que sí es un hecho es que todas comparten que este término evoca la relación armónica de las comunidades con la madre naturaleza o la Pachamama.
Recientemente la Asociación de Radiodifusión Participativa de El Salvador (ARPAS) desarrolló un foro para debatir sobre este tema desde la experiencia y trabajo de sus radios asociadas, las que por muchos años han acompañado las luchas de las comunidades.
En esta actividad se conoció sobre la relación que han mantenido cuatro de las emisoras asociadas con las luchas locales, entre estas, la reivindicación de la memoria histórica, defensa de la tierra y visibilización de las comunidades originarias.
Sobre este último tema, Orfy Arévalo de Radio Sensunat destacó el aprendizaje que les ha generado mantenerse cerca de los pueblos nativos del occidente del país
“Es parte de nuestros ejes temáticos las comunidades maternas, desde ahí empezamos con el buen vivir porque hay mucho que aprender. Solo la relación cercana con ellos nos enseña a saber cómo incidir desde las prácticas comunicacionales”, señaló Arévalo.
Otra de las experiencias que también se conoció fue la de Radio Victoria en Cabañas. Elvis Zavala, miembro de la radio, explicó que el acompañamiento ha sido principalmente en la defensa del medio ambiente, lucha en la que el equipo de la radio ha sido parte. “Tenemos la convicción que nos debemos a las comunidades y que somos de las comunidades por eso tenemos el deber de acompañar y empujar sus luchas”.
Por su parte, Donatella Morales de Radio Bálsamo relató las formas en las que la emisora acompaña la lucha organizada de la cordillera del bálsamo en defensa del derecho al agua y alimentación, dos temas fundamentales del buen vivir.
“Si bien en la radio hacemos una programación de temas pero si la coyuntura lo amerita los cambiamos para responder a las necesidades de las organizaciones de la localidad”, expresó.
El buen vivir también implica mantener viva la memoria histórica y ese ha sido el esfuerzo que ha acompañado Radio Sumpul en Chalatenango, emisora que surge como una herramienta que la comunidad utilizó luego de retornar al país desde los campamentos de refugiados de Honduras, lugar donde se establecieron a causa de la guerra civil.
Santiago Serrano habló sobre esta experiencia, “la memoria histórica es muy importante aprender de la población qué es el buen vivir para esto acompañamos las actividades que las comunidades históricas realizan para visibilizar el tema y que las nuevas generaciones lo conozcan”.
El buen vivir transversaliza las prácticas comunitarias, aunque no se vea como tal, la lucha por el respeto a la madre tierra, reivindicar la memoria histórica, defender los derechos humanos, reconocer a las comunidades originarias, son solo algunos ejemplos de este paradigma que está perfilándose con más fuerza como la alternativa al voraz sistema capitalista que está en crisis.