Un ofrenda floral para recordar a las víctimas. Las madres y demás familiares de las y los desparecidos durante la guerra civil en El Salvador llegaron como cada año al monumento a la memoria y la verdad, en el parque Cuscatlán, que recoge los nombres de 30 mil víctimas del conflicto armado.
Allí realizaron un acto ecuménico en el marco del día de las y los difuntos que se conmemora cada 2 de noviembre.
Carolina Constanza, de la Comisión de Trabajo en Derechos Humanos Pro Memoria Histórica, afirmó que muchas y muchos no tienen dónde acudir a visitar a sus seres queridos que ya no están porque desconocen su paradero.
Además de recordar a los suyos, que la represión les arrebató, estas organizaciones exigen al Estado salvadoreño adoptar medidas de resarcimiento, a través de la aprobación de la Ley de Reparación Integral para las Víctimas del Conflicto Armado y decretando el 30 de agosto como día nacional de la desaparición forzada.
La Procuradora de Derechos Humanos, Raquel Caballero, le recordó a las instituciones responsables, que están obligadas a generar procesos de resarcimiento a las víctimas y sus familiares y la no repetición de estos hechos.
De acuerdo con el informe de la comisión de la verdad, de la ONU, la guerra civil en El Salvador, de 1980 a 1992 dejó al menos 75 mil víctimas. Las que sufrieron desaparición forzada siguen siendo buscadas por sus familiares.
Las madres sostienen que jamás olvidarán a sus familiares y le exigen al Estado que responda y sane su perpetuada angustia de no saber dónde están.
Por años, las madres se reúnen en el marco de esta fecha para recordar a sus seres queridos que aún no han sido localizados. Otra de sus exigencias es que las diferentes instituciones del Estado respondan a los 25 puntos presentados en el marco de los 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz, para garantizarles verdad, justicia y reparación.