El Ministerio de Medio Ambiente (MARN) y el Ministerio de Cultura están recibiendo presiones del vicepresidente de la República, Oscar Ortíz, para que autoricen la continuidad de la urbanización Nueva Acrópolis en Nahulingo, Sonsonate, así lo denunció la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES). Por ahora hay una orden del juzgado ambiental de Santa Ana para que detenga la obra temporalmente, pero esta organización, las comunidades de la localidad y otros colectivos señalan que representa una grave amenaza para el sitio arqueológico Tacuscalco y para el río Ceniza.
Carolina Amaya, de la UNES, explicó que la información ha sido constatada y que en las presiones también están involucrados el ahora comisionado para la inversión, Tharsis Salomón y Marco Fortín, quien fue destituido de la presidente de ANDA.
La impunidad con la que operan las empresas que se dedican a la industria inmobiliaria y extractivista, entre otras, es uno de los principales amenazas para el medio ambiente en El Salvador, señala la UNES. El caso de Tacuscalco es un ejemplo, apuntó Salvador Recinos de la misma organización.
La UNES exhortó al ministerio de cultura y al de medio ambiente a que, pese a las presiones no permitando que la empresa Fénix S.A. de C.V. siga con el proyecto urbanístico en Nahulingo.
Para esta organización en el marco del día internacional de la tierra el Estado debe enviar un mensaje de protección a los bienes naturales por encima de los intereses de las empresas. Además, le exhortan a saldar deudas como la aprobación de la Ley General de Aguas con enfoque de derecho humano y la de soberanía alimentaria e implementar políticas de sustentabilidad ambiental.