Los restos del sacerdote Walter Osmir Vásquez, asesinado el pasado jueves, fueron enterrados ayer en Lolotique, San Miguel. En el entierro participaron centenares de feligreses quienes lamentaron profundamente este crimen.
En la misa de cuerpo presente, previo a su sepelio, participaron los obispos de Chalatenago, San Vicente, Zacatecoluca, el cardenal Gregorio Rosa Chávez y el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas. Éste último, en nombre de la iglesia católica, exigió que se esclarezca el hecho.
Según las indagaciones policiales, tres hombres con armas largas y encapuchados habrían sacado del vehículo al religioso y le dispararon. El sacerdote intentó huir pero le hicieron otro disparo hasta causarle la muerte. Vásquez oficiaría una misa en su natal Lolotique con motivo de la semana santa, aunque era párroco en Usulután.
El director de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, dijo este lunes que todo apunta a que el asesinato fue planificado y agregó que cada vez pierde más fuerza la hipótesis de un robo.
La presidencia de la República ha condenado el crimen.