Redacción: Federación Luterana Mundial
El Programa Centroamérica, de la Federación Luterana Mundial/Servicio Mundial (FLM/SM-CA); la Secretaría ACT Alianza, América Latina, y la Universidad Luterana Salvadoreña firmaron memorando de entendimiento entre instituciones, a fin de lograr sinergias entre las organizaciones.
En la firma del documento, participaron la Representante Regional de la FLM/SM-CA, Elena Cedillo; el Representante Regional de ACT Alianza, Carlos Rauda, y el rector de la universidad, Fidel Nieto. El memorando permite que con base a los intereses que compartan las tres entidades se establezcan vínculos para realizar acciones de valor para las instituciones.
La Universidad Luterana Salvadoreña tiene 26 años de trabajo, y desde entonces ha contribuido al desarrollo académico del país, con la diversidad de carreras que ofrece y que tienen como objetivo formar hombres y mujeres que sirvan a la sociedad a través de su vida profesional.El Programa Centroamérica de la Federación Luterana Mundial tiene 34 años de trabajo en la región y desde el 2014-2019 viene implementando su estrategia “Vida Dignidad y Justicia para los Pueblos de Centroamérica”; y Alianza ACT trabaja en 140 países con oficinas descentralizadas en Bangkok, Nairobi, Aman y San Salvador.
La firma del memorando supone un logro en la búsqueda de articulaciones de organizaciones basadas en la fe (OBF). Este tiene como propósito “facilitar la puesta en marcha de actividades concretas de colaboración educacional, investigativa y de incidenciasobre cambio climático, desarrollo transformador y reducción de riesgos a desastres”, según indica el documento.
Asimismo, este establece diversas líneas de colaboración interinstitucional, entre estas: el fortalecimiento y gestión del conocimiento en cambio climático, objetivos de desarrollo sostenible y en reducción de riesgos a desastres; esto incluye, seminarios, foros y otros medios de difusión del conocimiento de las partes sobre las áreas de colaboración.
También, contempla la formación a líderes sociales, religiosos, políticos, comunitarios y de otros sectores que las partes consideren son importantes para el país y la región y acciones conjuntas de incidencia, como propuestas de investigación y Desarrollo. El acuerdo suscrito tiene una validez de tres años.