A través de un comunicado, dicha mesa señala que la minería “no es una alternativa para mejorar las condiciones de vida de las personas, ni las comunidades ni la sociedad en general; pues por el contrario lo que se ha constatado en cualquier parte del mundo, son los daños ambientales, la conflictividad socio ambiental y la proliferación de la pobreza, lo cual aumenta la vulnerabilidad de los ecosistemas ante los impactos del cambio climático”.
La Mesa de Cambio Climático reconoce la lucha de comunidades y organizaciones como la Mesa Nacional Frente a la Minería para que en el país se prohíba esta industria extractiva. Además ve como “valioso” el aporte de la Iglesia Católica Salvadoreña, la Fundación Cáritas de El Salvador y de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), que presentaron una propuesta de ley de prohibición de minería y realizaron una marcha para exigir su discusión y aprobación.
Llaman a la Asamblea a respetar “la demanda de la mayoría de la población salvadoreña que por diferentes medios de comunicación e instrumentos de medición de opinión pública, ha patentizado su rechazo a la minería metálica en nuestro país”.