En una concentración frente a la sede del Consejo Ejecutivo Nacional (COENA), las organizaciones denunciaron que el partido opositor pretende convertir el agua en mercancía para las grandes empresas, privatizándola como hizo con la banca, la telefonía, la electricidad y las pensiones.
La Alianza anunció que se mantendrá en movilización permanente hasta que la amenaza de la privatización se termine con la aprobación de la una ley que establezca el agua como un derecho de toda la población, integre un ente público para la implementación de las políticas hídricas y permita la participación comunitaria en la gestión del vital líquido.
Por eso hace dos semanas las organizaciones también realizaron movilizaciones hacia las sedes legislativas, en las 14 cabeceras departamentales del país.
Pero las intenciones privatizadoras no provienen sólo de la derecha parlamentaria, sino también del propio Ejecutivo. Por eso la semana pasada la Alianza también protestó ante el Ministerio de Economía contra una propuesta de reforma a la Ley de Asocios Público Privados que abriría las puertas a la privatización del agua, la salud y la educación.
La referida propuesta fue presentada por el derechista ministro Tarzis Salomón, pero tiene la venia de la Presidencia de la República.
Así que la amenaza de privatización del agua está latente. Por tanto, el país entero debe estar alerta de las tenebrosas intenciones de la derecha y de las inesperadas negociaciones de la propia izquierda gobernante que – desesperada por la asfixia financiera provocada por el sistemático boicot de ARENA – podría terminar entregando hasta el agua.
Si aprobó una la ley prohibitiva de la minería, la Asamblea también debe aprobar pronto la Ley de Agua. Todos los sectores progresistas, democráticos, decentes y apuestos por la continuidad de la vida en el país deben movilizarse para defender el agua de la amenaza privatizadora de las voraces empresas privadas que defiende la derecha parlamentaria y el ministro Salomón.