“Exigimos al gobierno y FMLN no ceder al chantaje político de ARENA y el FMI para reducir el gasto social y aumentar el IVA”, dicen, en un comunicado publicado esta semana.
El pronunciamiento propone aumentar la inversión social, sobre todo en Salud y Educación, que hoy representan apenas el 3.7% y 2.6 % del PIB, respectivamente. Sobre el presupuesto de 2018, piden al Ejecutivo evitar más recortes de fondos que afecten a los sectores populares y capas medias.
Las organizaciones también insisten en participar en el debate del financiamiento del presupuesto y demás compromisos financieros del gobierno. En tal sentido, proponen reformas a la Ley de Impuesto sobre la Renta para grabar más los grandes capitales e incluir el impuesto patrimonial, aprobar la Ley de Cobro Coactivo para un mejor combate de la evasión tributaria y eliminar exenciones fiscales a empresas que no necesitan.
Para las organizaciones, se trata de revertir el esquema tributario regresivo heredado de los gobiernos areneros que obliga a los pobres, asalariados y consumidores a pagar más que las grandes empresas.
Según el Ministerio de Hacienda y el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), este año las familias salvadoreñas pagaron 3,370 millones de dólares en impuestos, mientras que el gran capital pagó únicamente 865 millones. Dichos informes también revelan que la gran empresa obtuvo 871 millones de dólares en subsidios estatales, mientras las familias sólo recibieron 132 millones. Además, el gran capital evade no menos de 1,500 millones de dólares anuales, mientras las familias no tiene forma de evadir el pago del IVA y la renta.
Esto debe cambiar. Por eso las organizaciones exigen participar en la mesa de diálogo fiscal a la que el gobierno ha invitado únicamente a ARENA.
Las organizaciones dicen: ¡no más neoliberalismo!