Actualmente uno de los avances quizás más relevantes para el tratamiento de enfermedades crónicas como la psoriasis, artritis, cáncer, insuficiencia renal, entre otras, es la creación de los medicamentos biotecnológicos, que, según pacientes que los utilizan, mejoran su calidad de vida. Sin embargo, una de las principales dificultades para acceder a ellos es su alto costo.
En un encuentro, realizado en la Ciudad de Panamá, por organizaciones sociales de Centroamérica y República Dominica que integran la BioRed CAC -que entre otras cosas trabajan por la exigibilidad de los mismos-, se debatió sobre su importancia.
Uno de los ponentes fue el Dr. Gilberto Castañeda, investigador titular en el Centro de Investigaciones de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de la Ciudad de México. En esta entrevista que la Red Informativa de Arpas le realizó, hablamos sobre la utilidad de dichos medicamentos, el rol de la farmacovigilancia en su aplicación y los desafíos para garantizarlos a la población.
Por Josseline Roca
¿Qué son los medicamentos biotecnológicos?
Los medicamentos convencionales, a los que estamos acostumbrados, son químicos, los hace el ser humano. Cuando caduca una patente lo que aparece es un genérico (un medicamento de otra marca), pero que tiene el mismo ingrediente activo. Esto es muy favorable porque hay competencia y entonces los precios se controlan.
Pero hay medicamentos que son moléculas muy grandes y complejas (el caso de la insulina, por ejemplo). Son de cien a mil veces más grandes que los otros, demasiado complejos para hacerlos en laboratorios, por lo que se fabrican por biotecnología, introduciendo un gen en una célula viva la cual produce el medicamento. Esto requiere de una tecnología muy sofisticada, pero estos medicamentos ya están disponibles.
El problema viene cuando caduca una patente, entonces no va a aparecer un genérico, porque cuando otra compañía quiere hacer este medicamento, sin tener las mismas condiciones, no puede hacer un medicamento idéntico, lo que obtiene es un biosimilar (los que en medicamentos convencionales se llama genérico). La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado guías para evaluar este tipo de medicamentos.
¿Por qué utilizar los medicamentos biotecnológicos?
Veamos un paciente con diabetes tipo 1, necesita inyectarse insulina, sino muere. Un paciente con diabetes tipo 2 puede controlarse con dieta y con ciertos medicamentos convencionales, pero llega un momento en el que hay que darle insulina, la cual se utiliza para tratar enfermedades que no podemos tratar con medicamentos convencionales. En el caso de ciertos tipos de cáncer, por ejemplo, los medicamentos biotecnológicos han sido la solución, también en el caso de la artritis.
¿Por qué los Estados no lo asumen como algo que deberían implementar para mejorar la calidad de vida de estos pacientes?
Hay que tomar en cuenta que esto es algo muy reciente, los países de la región en América Latina, y particularmente en Centroamérica, se están actualizando, pero no a la velocidad que deberían. La tecnología va mucho más rápido que las regulaciones. Aquí tiene que haber un cambio; los países tienen que empezar a adecuar a la velocidad adecuada.
No puede haber un monopolio de un laboratorio, porque estos medicamentos son demasiado caros. Necesitamos la competencia para que los precios vayan a la baja y aquí es donde nos estamos tardando en la región, en aplicar una regulación que permita que entren biosimilares, para disminuir los precios y aumentar el acceso a los medicamentos, pero garantizándole paciente la eficacia y la seguridad. Los pacientes tienen mucho miedo a que les cambien el medicamento que les ha dado buenos resultados.
Muchas veces la autoridades gubernamental solo piensa en costos y se les olvida que son personas las que están tratando. Ahí es donde tiene que entrar la colaboración y la búsqueda de alternativas. Hay medicamentos biosimilares ya en Europa que están costando la mitad de los innovadores (originales). Pero no hay una sensibilidad, por la parte gubernamental de escuchar a los pacientes; tenemos una confrontación que no nos lleva a gran cosa.
Todos los medicamentos tienen efectos secundarios, de ahí la importancia de la farmacovigilancia, ¿cuáles son las responsabilidades que deben asumir los pacientes y los Estados en el tema?
La farmacovigilancia se debe a que no todos reaccionamos igual a los medicamentos. Haciendo uso de una analogía con alimentos, por ejemplo: la mayoría de las personas tomamos vino tinto y nos gusta, pero hay algunas que si toman vino tinto les da dolor de cabeza, entonces la persona lo que debe hacer es tomar otra cosa o no tomar. Esto se llama un plan de manejo de riesgos. Todavía más riesgoso son las nueces o los mariscos, hay personas que empiezan a tener una reacción alérgica tan fuerte que se asfixian. Entonces, ¿cuál es el plan de manejo de riesgos? Poner que el plato contiene nueces y entonces la persona lo evita, o bien poner un medicamento contra las alergias en el restaurante, o llevarlo al hospital.
En el caso de los medicamentos, que son sustancias mucho más poderosas, debemos tener cuidado al usarlos. A veces, los medicamentos vienen de Europa o de Estados Unidos, estudiados allá, nuestra población es muy diferente desde el punto de vista genético, pero también desde el punto de vista nutricional, por lo que no reacciona igual. Hay que verificar los beneficios y riesgos, por eso necesitamos la farmacovigilancia. Esto quiere decir que una vez que ya se autorizó el medicamento hay que tener cuidado. Los médicos y otros profesionales de la salud tienen que verificar si el paciente no presenta una reacción adversa.
En el caso de los medicamentos biotecnológicos, ¿qué relevancia adquiere la farmacovigilancia?
Estos medicamentos muy fácilmente pueden causar alergias, por eso es necesario supervisar a cada paciente que los está utilizando, sobre todo en el caso de los biosimilares, para ver si no surgen reacciones inesperadas, que si pueden surgir. Sucedió en México con un producto que tuvo que ser retirado del mercado, en Tailandia y ha llegado a suceder en Europa, por eso es necesario que el médico le ponga mucha atención a quien está recibiendo un medicamento biotecnológico, y si suceden cosas inesperadas de inmediato actuar. Son medicamentos muy poderosos, muy nuevos, estamos empezando a atenderlos, y por eso es importante la farmacovigilancia, esta supervisión muy atenta.