Durante tres días se desarrolló el Encuentro de Educación Intercultural, en el marco del Congreso Itinerante de los Pueblos Originarios en Resistencia, donde parteras, lideresas indígenas, maestras y maestros Nahuathablantes, mujeres y hombres de los pueblos originarios debatieron y analizaron sobre la Educación Intercultural en El Salvador.
Por: Marcelo Galicia, con aportes de Norma Ramírez
Ante los avances que recientemente se han tenido a favor de los pueblos originarios, como la aprobación de una Política Nacional de Salud para los Pueblos Indígenas, la Política Publica Para los Pueblos Originarios y el actual lanzamiento del Plan de Acción Nacional de Pueblos Indígenas, se vuelve necesaria la discusión de una Educación Intercultural y Bilingüe en el país, para que ésta pueda ser incorporada en el sistema educativo. Varios países de la región Mesoamericana han tenido muchos avances en este tema, así lo dijo Ángel Polivio Chalan, docente de la cátedra de Cultura Andina y Saberes Ancestrales del Ecuador.
También, mujeres de las comunidades originarias consideran que el tema de Educación Intercultural debe estar presente en la currícula educativa.
Este evento finalizó con el foro sobre Educación Intercultural, organizado por el Instituto de Formación Docente (INFOD) junto a los pueblos originarios, en el que participó el director ejecutivo de ARPAS Leonel Herrera, dando a conocer cómo la comunicación comunitaria está aportando, para una Educación Intercultural con los pueblos originarios.
Pasos, muchos, se vienen dando en el sentido de la interculturalidad, pero los gobiernos son omisos de.tal tema. Ahora renacen las esperanzas de que haya avances considerables, con la propuesta de México de un Plsn tipo Marshall para tres países centroamericanos y el sureste mexicano. Todavía habrá discusiones al respecto pero la base está en dos plataformas: la económica cuyo principal recurso provendría de los estadounidenses, y el programático en que habrán de definirse los Planes que ojalá tiendan a un desarrollo sustentable que, a la vez que retenga a numerosos núcleos de población eminentemente indígena, en sus lugares de origen, coadyube al fortalecimiento de los mercados internos locales, mediante la recuperación del sector social de la economía integrado por núcleos campesinos -hoy olvidados- conformados para la producción y acción social como ejidos, comunidades, pequeñas propiedades, cooperativas y otras formas de organización social, Así se estarían superando proyectos que buscaban solo fines de beneficio para extraxtivistas de los países poderosos, con lo que los problemas de miseria, pobreza y corrupción, no pudieron ser erradicados. Tal fue el caso del Plan Puebla-Panamá.