Por: Red Informativa de ARPAS/Fotografía Comunicaciones Jurisprudencia UES
Movimientos estudiantiles y organizaciones populares marcharon el pasado viernes 30 de julio para conmemorar el 46 aniversario de la masacre de estudiantes de la Universidad de El Salvador (UES), perpetrada en 1975 por la dictadura oligárquico-militar de aquella época.
Este crimen, en el que murieron brutalmente -al menos unas- 30 personas, permanece en la impunidad hasta hoy, a pesar de las reiteradas demandas de justicia de la comunidad estudiantil y las autoridades universitarias.
Las y los manifestantes aprovecharon para denunciar el estilo antidemocrático del gobierno de Nayib Bukele, especialmente el retorno del militarismo.
Según los voceros estudiantiles y de organizaciones sociales que acompañaron la marcha, la mayor presencia de militares en tareas de seguridad pública y el protagonismo político dado por el presidente Bukele a las Fuerzas Armadas es uno de los mayores retrocesos históricos que sufre el país en materia democrática y de respeto a los derechos humanos.
Principales responsables de la masacre se fueron impunes
La masacre estudiantil del 30 de julio se cometió cuando el presidente de la República era el coronel Arturo Armando Molina y el ministro de Defensa era el general Carlos Humberto Romero, quien también después fue presidente. Ambos, considerados autores intelectuales del horrendo crimen, murieron sin rendir cuentas ante la justicia.
Molina falleció recientemente, el pasado 19 de julio; mientras que Romero murió hace cuatro año, el 27 de febrero de 2017. Molina también es responsable de, entre otros crímenes, la toma militar de la UES en 1972; mientras que Romero es culpable de varias masacres cometidas previo al inicio de la guerra civil (1980-92).