//“El gobierno debe pedir a EE.UU. que detenga las deportaciones”: INSAMI

“El gobierno debe pedir a EE.UU. que detenga las deportaciones”: INSAMI

“Los vuelos de deportados siguen llegando, no se detienen», dice el INSAMI.

Por: Krissia Girón/ Foto: Dirección de Migración y Extranjería

La llegada personas de países del Triangulo Norte, retornadas de Estados Unidos, continúan. El director del Instituto Salvadoreño del Migrante (INSAMI), César Ríos, dijo a la Red Informativa de ARPAS que desconocen si, antes de ser de retornadas, las personas han pasado por un examen riguroso «que garantice que no sean portadoras del COVID-19”.

Para Ríos, el Gobierno debe demandar a Estados Unidos que detengan las deportaciones. “Los vuelos de deportados siguen llegando, no se detienen. Nosotros estamos atendiendo todos los días a esta población”, expresó.

“El ciclo del retorno inicia con la separación de su núcleo familiar donde vivían en el extranjero, luego lo concentran en centros de detención con otros migrantes, donde pasan entre uno a 18 meses antes de ser deportados. Si vamos a hablar de protocolos de salud, estas personas son altamente vulnerables al contagio del COVID-19”, añadió.

El INSAMI considera que hay factores importantes a tomar en cuenta ante una nueva realidad migratoria luego de la crisis. La situación global que se vive, debido a la pandemia, demanda girar la mirada hacia quienes se encuentran en los países de destino y en las personas retornadas antes y durante la crisis, señala.

Por ejemplo, las personas que vinieron antes de la emergencia por COVID-19 y no tuvieron una inserción familiar ni social en el país, no están siendo beneficiados con programas del gobierno, como el bono de los $300.00, indicó la organización.

Diáspora y remesas también en crisis

Estados Unidos, Canadá, España e Italia tienen dos cosas en común: Son los países que más envían remesas familiares, según datos del Banco Central de Reserva. También son los territorios más afectados por la pandemia del COVID-19.

“Según el BCR, el 50.8% de los salvadoreños en el mundo que envían remesas familiares son indocumentados, y son los que más impacto van a recibir cuando las economías de los grandes países se paralicen, pronto empezaremos a sentir los efectos”, dijo César Ríos.

Pese a que Estados Unidos ha diseñado programas de ayuda a empresas, fondos de desempleo, protección social, entre otras acciones, estos programas no consideran a la población migrante indocumentada, dice el INSAMI.

Cuestiona que Estados Unidos ha emitido un permiso especial para los trabajadores migrantes indocumentados del sector agrícola para protegerlos de cualquier situación migratoria. “Nos parece excelente una política pública que proteja a los indocumentados, pero, ¿por qué no lo hace con los demás sectores? Lo hace con la agricultura porque son los que producen la comida del país”, aseveró Ríos.

Mientras tanto, en nuestro país, “no ha habido una política pública para ver las remesas familiares como un salario más. Las familias van a dejar de percibirlas, el Gobierno hace acciones como la emisión del bono, el pago de diferido de servicios, pero en todo esto no están contempladas las familias que reciben remesas”, añade el director del INSAMI.

Para Ríos, existe una doble marginación del Estado: hacia los trabajadores en el exterior y con los receptores de remesas que tampoco entran a los programas de protección en medio de la crisis.

Ríos afirma que estamos en una situación de sobrevivencia y que Estados Unidos es como «nuestra segunda patria» en tanto que la tercera parte de la población vive allá. “Estamos sintiendo el dolor del pueblo a raíz de esta pandemia”, expresa. Para él, esto debe llevarnos a crear políticas públicas para prevenir y combatir otros males que siguen conviviendo con la realidad migratoria, como la discriminación y la xenofobia.