//«Para los depredadores ambientales no hay cuarentena”

«Para los depredadores ambientales no hay cuarentena”

En medio de la crisis por la pandemia del coronavirus, las denuncias ambientales se han mantenido en varios departamentos del país, así lo afirmó la Unidad Ecológica Salvadoreña, UNES, quienes lamentan la pasividad del Ministerio de Medio Ambiente en proteger los bienes naturales.

Por: Krissia Girón/ Foto: @fotoselsalvador

En el contexto de la crisis global por la COVID-19, la UNES considera que los orígenes de la pandemia están en la conducta humana. «Lo más seguro es que el fatal virus es producto del maltrato a la naturaleza, ninguna pandemia ha sido tan explosiva y de tal magnitud en la historia», dijo el presidente de UNES, Mauricio Sermeño.

“Ningún organismo internacional o multilateral (la ONU, Cruz Roja Internacional, G7, G20, FMI, OTAN, Banco Mundial, OEA, OMC, etc.) han estado acertados en sus intervenciones silentes, malintencionadas o incongruentes. Lo más seguro es que el fatal virus es originado por el maltrato que los seres humanos le damos a la naturaleza”, agregó.

Luis González apuntó a los otros impactos de esta situación, en los ámbitos económicos y ambientales, que deja la pandemia. “Las prácticas depredadoras continúan. Hay una pandemia crónica que hacen estas industrias de los bienes ambientales en nuestros territorios», dijo.

“Algunas personas influyentes están planificando cómo volver a la «normalidad», lo que nos preocupa es que fue esa normalidad el problema. No debemos regresar a las viejas prácticas consumistas y depredadoras», expresó.

Afirmó que las denuncias por deforestación y depredación ambiental han continuado, pese a las medidas de confinamiento dictadas por el gobierno. “Hemos tenido denuncias de tala en Juayúa, en San Julián, en Ahuachapán sur, en territorio de Manglar. «Para los depredadores ambientales no hay cuarentena”, dijo Luís González, quien cuestiona la poca acción de las autoridades ante estos hechos ocurridos en medio de la emergencia por COVID-19.

“Habría que investigar por qué estas personas sí andan fuera de las casas. En algunos municipios hay denuncias de pequeños agricultores a quienes no se les permite salir o las autoridades los detienen, mientras que a las grandes industrias agrícolas sí se les permite”, cuestiona González.

Aseguran que las medidas de confinamiento a impedido que las comunidades permanezcan pendientes de la protección de los bienes naturales. “Creemos que el actuar del MARN ha sido pasivo, entendemos que la mayoría de instituciones están al servicio del combate a la pandemia, pero eso no es excusa para que quiten la atención en la protección del medio ambiente”, expresó González.

Luis González señala que el actuar del MARN ha sido pasivo

Este miércoles se conoció del asesinato de un puma en el municipio de San Fernando, del departamento de Chalatenango. Sobre esto, el ministro de Medio Ambiente, Fernando López, afirmó que están investigando el hecho y que se “actuará con rigurosidad”.

“El cumplimiento de la cuarentena especial es una medida para evitar el contagio del COVID-19. No es una oportunidad para la caza de animales en peligro de extinción en El Salvador”, expresó en redes sociales.

La UNES advierte que las instituciones no deben dejar de lado la protección de la naturaleza por la atención a la pandemia. «Hoy se hablaba de el asesinato de un puma en Chalatenango -a propósito del día mundial de la biodiversidad- esto tiene competencia del MARN. Por eso nuestra demanda de no dejar de fuera las pandemias históricas, porque también matan», dijo Carolina Amaya.

A pocos días de conmemorar el día mundial de la biodiversidad (22 de mayo), Amaya insistió en que desde el Estado se puede contribuir a una mejor relación con la naturaleza, por medio de la protección de esta. “Necesitamos profundizar el monitoreo territorial, porque los criminales ambientales pueden aprovechar que no haya mayor movilidad poblacional o que las instancias estén atendiendo la crisis”, agregó.

“No necesitamos agredir a la madre tierra para vivir bien. En Venecia se han visto peces, aquí están saliendo pumas y los asesinamos. No podemos seguir en esa ruta de explotación de la naturaleza”, dijo.

La UNES recordó que antes de la pandemia de la COVID19 había otra que es el desabastecimiento de agua que afecta a buena parte de la población del área metropolitana, dijo Carolina Amaya.

“Muchas de estas crisis tienen a su base la relación de explotación histórica de los bienes naturales, añadió. La contaminación da lugar a la propagación de este tipo de virus. El 11% del agua que cae de la precipitación se infiltra en los mantos acuiferos, el resto se pierde debido a la deforestación”, explicó.

“Muchas de estas crisis tienen a su base la relación de explotación histórica de los bienes naturales», señala Carolina Amaya.

«No es lo mismo lavarte las manos con agua descontaminada que con agua contaminada. A mayor saneamiento más resiliencia de la población y las especies», dice Amaya.

Por ello, cuestionan el avance de la Asamblea Legislativa en otros temas y no en la aprobación de normativas que garanticen el agua y la alimentación, dos grandes carencias en la población más empobrecida en este momento de crisis.

“Es lamentable que aun no tengamos una normativa que garantice este bien a la población y regule la explotación de las grandes empresas”, concluyeron.