Esta semana una enorme nube de polvo del Sahara llegó a varios países de América Latina y El Caribe. En nuestro país, el fenómeno ha provocado un ambiente brumoso. Según el Ministerio de Medio Ambiente las mayores concentraciones de partículas de polvo en el país se registran desde ayer. Recomiendan utilizar mascarillas.
Por: Norma Ramírez/ Foto: MARN
Una inmensa nube de polvo del desierto del Sahara ha viajado cerca de 8,000 kilómetros desde África occidental, a través del océano Atlántico, y se ha posicionado esta semana sobre varios países de América Latina. Las primeras afectadas fueron islas caribeñas, donde hubo una gran concentración de partículas en el aire.
En nuestro país, la nube de polvo tiene sus mayores niveles de concentración desde ayer, según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), lo que ha provocado un ambiente brumoso. Se prevé, dicen los expertos, que se vaya disipando el fin de semana.
Debido a este fenómeno, las autoridades recomiendan a la población el uso de mascarillas y lentes para evitar molestias. Sugieren que las personas con enfermedades respiratorios no se expongan.
La enorme nube está compuesta de aire seco y cargado de partículas de arena que se forma sobre el desierto del Sahara.
¿Tiene algún efecto nocivo para la salud?
El científico de la Organización Mundial Meteorológica (OMM), Lorenzo Labrador, dice que, en general, no. “No hay ningún componente tóxico”, explicó en una entrevista a Radio Francia Internacional.
Según el científico, “el principal componente de las tormentas de arena, que puede afectar la salud del humano, son las partículas finas que tienen la posibilidad de alcanzar el tracto respiratorio bajo. Eso a las personas que tienen sensibilidad respiratoria como asma puede agravarle este tipo de condiciones”.
Pese a esto, Labrador explicó que este fenómeno climático tiene efectos fertilizadores en la vegetación de la cuenca amazónica.
“Se sabe que sobre todo micro elementos como hierro y fósforo están presentes en las partículas de arena de estas tormentas del Sahara. Eso es un efecto positivo. Igual en el caso del hierro”, aseguró.