Molesta porque los funcionarios designados no eran de su agrado, la gremial empresarial afín al oligárquico partido ARENA recurrió a sus amigotes de la Sala Constitucional para anular la elección. Los tristemente célebres magistrados Belarmino Jaime, Rodolfo González, Florentín Meléndez y Sidney Blanco, atendieron – obedientes y sumisos – la petición.
En su resolución abusiva e ilegal, la Sala ordenó el retorno del representante de ANEP que concluyó sus funciones en diciembre del año pasado. Esto es insólito, pero – en su lógica arbitraria y prevaricadora – se vale todo, siempre que sea para defender intereses de la derecha oligárquica.
No es la primera vez que estos magistrados resuelven a favor de intereses empresariales. También han revertido reformas tributarias progresivas, prohibieron la publicación de los evasores del fisco y anulan la elección de todo funcionario vetado por ANEP, incluidos magistrados de la Corte de Cuentas, Tribunal Supremo Electoral y hasta la misma Sala Constitucional.
Por eso urge poner atención a la elección de los nuevos magistrados y asegurar funcionarios capaces, honestos, probos e independientes. Independientes no sólo de partidos políticos, sino también de élites empresariales, mediáticas, religiosas y cualquier otro poder fáctico que interfiera en la correcta aplicación de los principios constitucionales.
Y para esto se debe cambiar la correlación en la elección legislativa de marzo próximo. Si la derecha logra mayoría podrá nombrar magistrados afines a sus intereses, iguales o peores que los actuales miembros de la Sala.
Finalmente, en relación a los magistrados salientes, éstos no deben quedar impunes por sus abusos, arbitrariedades y posibles delitos. En tal sentido, la ciudadanía democrática debe exigir a Fiscalía que asuma las demandas por prevaricato y actos arbitrarios ya presentadas, y preparar nuevas denuncias contra Jaime, González, Meléndez y Blanco, magistrados de la ANEP.
Que así sea.